ANDREW

3.4K 275 44
                                    

Shawn conducía a una velocidad aceptable por las afueras de la ciudad, no tenía motivo alguno para dejarse llevar por la locura, como la mayoría de tiempo. Su repentina cordura se debía a la existencia de esa chica nuevamente; cómo algo tan pequeño podía causarle tranquilidad y necesidad al mismo tiempo.

No, no hay explicación lógica. Ni aunque la hubiese, Shawn no la aceptaría.

— Maldita sea, no ¡no carajo! — exclamó enojado. Le surgieron dos problemas en un abrir y cerrar de ojos: un semáforo en rojo y un par de fotógrafos acechándolo descaradamente, ¿por qué tenían que seguirlo justo hoy? Justo en ese instante. Pasó ambas manos por su cabello con frustración. Suceda lo que suceda no debe ser visto, ¿qué explicación daría? ¿Qué fue tras una chica? ¿Qué estaba de casería? No, eso sería demasiado descabellado para los ojos de los demás.

Simplemente no puede esconderse de la realidad, su realidad.

Cuando el semáforo se puso en verde, Shawn pisó el acelerador dejándolos atrás. Tuvo suerte de que la policía no fuera a por él o algo por el estilo, este chico siempre pero siempre se las arregla para camuflarse.

El manager de Shawn, Andrew. Estaba sentado en una silla giratoria con los brazos cruzados, mirando su teléfono esperando noticias del cantante. Andrew estaba al tanto de los trances de Shawn, de todo para ser exactos: le apoya incondicionalmente, pero esto era el colmo.

 Se había marchado desde muy temprano. Intentó llamarlo pero Shawn había apagado su teléfono.

 Dejó de lado su orgullo y intentó llamarlo nuevamente:

 — ¿Pasa algo? — preguntó Shawn, en la otra línea  se escuchaba despreocupado.
Andrew se sintió aliviado pero su enojo volvió a él en un instante.
— ¡Sí! Desaparecer como por arte de magia, casi me muero de la preocupación. Solo porque a cierta persona se le da la gana irse sin avisar.

Shawn gruñó.

— Ya hombre, conserva la calma. Todo está en orden.
— ¿En dónde estás?
El joven cortó la llamada para abrir la puerta del despacho de Andrew.
— Si me ves, ¿cierto? — dijo con sarcasmo.
— Muy gracioso, explícate por favor.

Lo hizo, le explicó  el inconveniente que tuvo con los fotógrafos y lo que tuvo que hacer para huir de ellos. Jamás le explicó porque estaba ahí. Ni con quién. Pero Andrew era muy astuto.

— Hay algo que no encaja. — eso bastó para poner a Shawn nervioso.
 — Fue todo lo que pasó, esto no es un rompecabezas, esta vez no.
Shawn se debatía entre quedarse callado o soltar toda la sopa, de todas maneras su manager terminará por enterarse, siempre  lo hacía.

Su garganta le quemaba y tanto que hacía muecas involuntarias.

Andrew se dio cuenta de eso:

— Tienes un minuto para decirme la verdad.
Shawn maldijo para sí mismo.
 — No puedes obligarme...
— Treinta segundos — lo interrumpió.
¡Oh cielos¡ suspiró y lo admitió: no iba a complicarse la vida.
— Conocí a una chica.

Andrew pensó que eso era un malísimo chiste, pero tuvo que descartar esa suposición al darse cuenta del insaciable brillo en los ojos de aquel chico. No era la primera vez que él hablaba de chicas pero si era la primera vez que él mostraba interés por una.  Se veía vulnerable. Más que nunca.

— Lo siento Shawn, no quiero matar tus esperanzas pero no debes encapricharte ni obsesionarte por ella.
— ¿Por qué?

Eso era lo que Andrew quería evitar, que sufra una alteración. Ahora Shawn apretaba los puños y sus ojos se volvieron fríos.

— Te estimo Andrew, pero esta vez no te haré caso... quiero estar cerca de ella.

Más tensión no podía  haber.

— ¡Haz lo que quieras! Y te advierto; ella no puede ser tuya.

Tal vez era muy pronto pero todas las posibilidades de Shawn se fueron por el suelo, no la dejaría ir tan fácilmente, no sin antes conocerla, tal vez podría ayudarle...

Shawn salió del despacho.

 En cambio Andrew, con sus contactos y habilidades encontró toda la información personal de esa chica para tomar cartas en el asunto. La encontró gracias a aquella ocasión en que Shawn mencionó su nombre sin querer,  este último ni se acuerda, se sintió victorioso de tan solo recordarlo.

Ahora ese nombre es de suma importancia: un nombre casi latino.

"Nombre real: Fátima Marie Evans.

Fecha de nacimiento: Dieciséis de enero del dos mil uno.

Edad: Dieciséis años.

Estatura: 1.54 cm

Nacionalidad: Mexicana / Estadounidense.

Lugar de residencia: Los Ángeles, California.

Estudios: Preparatoria

Puntaje de admisión: 189.0986

Vida sentimental: nula.

Antecedentes penales: nulo.

Padres: Bernard y Annie Evans. (Ambos de origen mexicano.)

Hermanos: Daemon, veintidós años.

Dirección: Street 1989.

Andrew quedó pasmado al ver la fotografía de la joven. No, quedó conmovido con aquel rostro inocente. Era una niña de cabello castaño muy liso con  unos ojos marrones de infarto. Su rostro bronceado era fino con un ligero rubor en las mejillas.

Solo era una chica aparentemente tranquila, alguien de perfil bajo que no tenía pinta de causar líos.

 Algo cambió; Andrew cambió de opinión apoyaría a Shawn.

Son intermedios :)

Eclipse S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora