Las clases terminaron a las 11:00 de la mañana. Tomé mi mochila y salí del aula con prisa realmente quería llegar temprano a casa. Al alejarme lo suficientemente del edificio B, varios chicos me rodearon, mantuve la calma sintiendo impotencia y los chicos me observaron con curiosidad. Esto no era nada bueno.
— Cielos, en verdad si que eres muy pequeña — murmuró unos de ellos, el de cabello rubio.
Otro murmuró con burla.
—Pareces una niña de trece años. Regresa a la secundaria. No deberías estar aquí —comenzaron a reírse. Bien, ahora si estaba molesta, no tengo tiempo para aguantar una estupidez. Los empujé para librarme de ellos hasta que lo conseguí.
Apreté los puños, a veces suelo explotar y eso no es bueno, han pasado seis meses desde la última vez que exploté y no puedo permitir que un par de tontos vengan y lo arruinen.
—Por cierto niña, Fabián te está buscando.
¿Para eso me hacen pasar enojo? Nunca voy a comprender su tonta actitud. Que idiotas son.Pero tenían razón, Fabián me estaba buscando. Lo encontré esperándome afuera de la biblioteca. Vestía un pantalón de mezclilla, una camisa gris acompañado de un suéter verde.
Al verme intentó sonreír, extendió sus brazos dándome a entender que me acercara a él, sin cuestionar nada le correspondí al abrazo. Fabián es muy alto, tanto que tengo que alzar la mirada para mirarlo justo a los ojos.
Su piel era muy bronceada y le quedaba genial.
—Feliz cumpleaños atrasado, estuve dos días buscándote por toda la escuela pero no te encontré —dijo aún abrazándome.
Te estuve buscando, ja. Si, claro. Eso es muy creíble. Sé que no lo hizo.
—Eso ya no importa, gracias Fab —de mis amigos él se rehusaba a llamarme Evans. Debido a que soy la única chica llamada Fátima que conoce.
—Claro que importa, Fátima, somos amigos y no quiero que pienses que te olvido. Dejando a un lado los meses en que te ignoré.
Eso último me dolió, de sólo recordar su rechazo, sus escusas para no hablarme y todos los conflictos que tuvimos al entrar a este instituto me hacen sentir vulnerable.
Puse los ojos en blanco.
—Por favor, olvídalo. ¿De acuerdo?.
Fabián abrió más los ojos:
—Te haré caso, sólo por ser tú.
Su respuesta no ayudó mucho.Los chicos que anteriormente me impedían el paso, comenzaron a murmurar, muchos de ellos pensaban que entre nosotros existía algo más que amistoso. Lo cual nunca va a pasar.
— A partir de mañana pasaré los descansos contigo, siendo honesto quiero retomar nuestra amistad y dejar a un lado todos nuestros problemas —su comentario me sorprendió, pero yo sé que en algún momento se irá con sus amigos y seré su segunda opción. Y como tengo la razón prefiero que sólo me salude de lejos para evitar la incomodidad.
—No es necesario que pases tiempo conmigo, las cosas han cambiado y tú has hecho amigos. —dije fríamente.
No sé porqué me molesto:
—Fátima, no trates de evadirme. Porque no es posible, date cuenta de que en verdad soy tu amigo y no quiero que pases sola los descansos.
Me lo decía como si se tratase de una súplica. Eso sí era nuevo y no propio de él.
El remordimiento fue más fuerte que yo.
—No soy tan fría como todos piensan, así que es un hecho, voy a retomar nuestra amistad. Sonreí con timidez.
Antes de que cada quien tomara su rumbo, chocamos los puños. Eso ya era costumbre. Lo hago con todos mis conocidos. No sé porqué, pero tengo un presentimiento de que mi soledad va a desvanecerse incluyendo mi inevitable tristeza.
Lo que me gustaba del día miércoles, era que terminaba la tarea más temprano y disponía de tiempo suficiente para tocar la guitarra. Era mi segundo medio terapéutico después de la escritura. A veces, una persona no sabe como expresarse en el momento, por lo tanto, busca una manera de sacar todo que siente, incluso su frustración por la manera en que percibe el mundo.
Sí, no paso un solo día sin escribir.
Siempre que práctico cierro los ojos dejándome llevar, no sólo me gusta escuchar las notas sino sentirlas. La ventana de mi habitación estaba abierta dejando pasar una brisa de aire, era una sensación relajante.
—Fátima, ¿Puedo entrar? —preguntó Daemon.
Antes de que pudiera responder, él entró y se sentó en el borde de la cama.
—Sí, claro. Adelante —respondí con sarcasmo.
Daemon comenzó a reírse con una falsedad notable.—Te vez más cansada de lo normal. Creo que la escuela te la tomas muy enserio.
Pasó sus suaves dedos por mis párpados.Mi cansancio se debe a que desde hace un par de meses no puedo dormir bien, en cuanto a la escuela, si le tomo seriedad, es mi mayor prioridad. Pero ese no es el punto, ¿Por qué él está en mi habitación? No le encuentro nada de malo, solo que Daemon, no viene a invadir mi espacio personal a menos que quiera algo a cambio.
— Hombre, ¿Qué quieres ahora? —le pregunto con fastidio. Solo le causó gracia.
—Si que me conoces bien.
«Claro que lo hago estúpido, vivo contigo desde siempre». Me reí de mis propios pensamientos.— Te escucho Daemon, tienes diez minutos — al menos no explotó, creo que la conversación terminará bien. Eso quiero creer.
—Dado el hecho de que te voy a acompañarte al concierto, quiero poner ciertas condiciones. No son tantas.
Daemon, eres un hijo de puta.
— Interesante...¿Qué condiciones?Nunca se sabe que lo va pedirme, es muy astuto en esas cosas. Sus ojos color miel, se opacaron.
—Dos condiciones: la primera; no quiero que llores en frente de mí —vaya que conmovedor sonó aquello.
Lo miré con atención y él continuó:
—Segundo; no quiero que grites que te mueres por él —esta condición la traduciría como lo siguiente: el chico es atractivo pero no más que yo.Me eché a reír, sonaba celoso.
— Hecho.
Daemon frunció el ceño.
—Si que eres rara, estaba convencido de que te negarías.
—No soy así.
— Eres muy fascinante a pesar de todo.Salió de mi habitación y yo continúe tocando la guitarra añorando el viernes.
De nuevo tuve ese presentimiento de esta mañana.
¿Será una señal?*****
Eran las ocho de la noche cuando a Shawn Mendes se le ocurrió aparecer. Ahora fue Andrew la víctima del insomnio.
Dos putos días sin saber nada de Shawn, si que le gusta ocasionar angustia y otras cosas más.—Mierda, te ves terrible ¿qué te pasó?
—¡No he dormido! —respondió Andrew irritado.
Shawn se encogió de hombros:
—Pues que esperas para hacerlo.
«Serás imbécil» pensó su manager.—Como sea, he llegado a una conclusión...
—¿Cuál?
—Necesitas urgentemente a una mujer.
Shawn se echó a reír, como nunca lo había hecho.Apretó los labios ante la seriedad de Andrew:
—Oh, ¿lo decías en serio? Sonó raro.
—No soy tu payaso como para ponerme a decirte chistes. Hablo en serio, necesitas compañía, pienso que estás muy solo.
Era verdad.
—Me siento solo —afirmó.
Eso conmovió a su manager, sintió compasión, tal vez por eso se deba a su actitud.Andrew suspiró —. Espero que encuentres a alguien, pero no hagas locuras, podrías hacerle daño.
Las personas hacen locuras por amor.
Shawn frunció el ceño:
—Ya lo hago en mis sueños.Andrew no entendió nada. Nunca lo hará.
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Eclipse S.M
Fanfiction-No volverán a separarnos, ¿verdad? -pregunté con un poco de melancolía. -Nunca, cariño mío. Nunca más. -Promételo -lo desafíe. -No -susuró-. Mejor te lo juro. Shawn Mendes, qué podemos decir de él: es un atractivo cantante canadiense que su vid...