Capítulo 5 PRIMERA CITA

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—¡Deja de cagarla Daemon! —exclamé enojada porque mi hermano por décima vez le disparó a mi personaje de ese absurdo videojuego—. Nunca se te va a quitar lo idiota.

Siempre que jugamos video juegos juntos hace lo mismo. Mata mi personaje o deja que me maten o de plano me pone en una bronca cuando los enemigos son los zombies.

Lo hace a propósito.

—No aguantas nada, ¿otra partida?
—Jódete.
Daemon se echó a reír—. Bien ahora dilo sin llorar.

Me rehusé a seguir jugando, él hacía gestos de disgusto y no lo culpo. Me dirigía a la cocina solo para perder tiempo cuando sin ser consciente, miraba a mi padre que preparaba la cena, cocinaba  lasaña, siempre le gusta cocinar y más los días en que mi madre no está: esta mañana se fue a casa de mi abuelo y no volverá hasta el domingo.

Y me encanta que no esté , siento que puedo respirar.

—Has estado muy rara últimamente, ¿Todo va bien?  —preguntó mi padre sacándome de mis pensamientos
No respondí.
—Tu silencio responde a mi pregunta.

—No estoy actuando raro.
—¿Daemon te está molestando?

Negué con la cabeza y él volvió a cuestionar si todo estaba en orden.

Cómo todo va estar en orden si conocí por error a un famoso, me siento observada desde que inició la semana y me encontré con ese famoso nuevamente en mi lugar favorito. ¡Oh! Y voy a tener una cita con él mañana por la tarde.
Claro que no, muchas cosas no tienen sentido. Nada tiene sentido en mi vida...

— Todo en orden, solo que...—dije con inseguridad. Pero mi papá fácilmente se da cuenta de que estoy mintiendo. El es una de las escasas personas a las que no puedo mentirles.

Ayudé a mi padre a poner la mesa cuando volvió retomar nuestra conversación:

—Algo vas a pedirme, puedo verlo en tus ojos. —este sujeto me conoce bien como a la palma de su mano.
—Si, más bien, voy a decirte que mañana tengo algo que hacer y regresaré hasta más tarde.

Tomé asiento esperando a que cambie de tema.
—¿No irás a la cafetería?¿Irás a otro lugar?
Me sentí nerviosa y muy idiota.
—No. Sí iré a la cafetería pero, sólo que...— dejé la frase sin terminar.
—...Saldrás con alguien más —concluyó Daemon.

Este se encontraba probando bocado junto con nosotros.
—Algo así.
Daemon, me miró curioso.
—¿Tendrás una cita? ¿Con un chico? ¿Con quién? ¿Lo conozco? ¿Es mayor que tú?

¡Mierda! Que incómodo. .. deseé tener más paciencia.

A mi padre también le resultó incómodo aquella confesión y más ya que nunca hablo sobre chicos en ese sentido, si estuviera en una relación se lo haría saber pero no es el caso.

—Relájate, ojete. Solo es un amigo —que acabo de conocer, pensé para mi misma.

No pude decir más porque mi padre me dedicó una mirada de advertencia,  significaba que había sido grosera.
—No me llames así —reclamó con la boca llena—. Soy mayor que tú, respetame.
—Aunque fueses millonario nunca tendrás suficiente dinero para pagar mi respeto.
La mandíbula de Daemon se tensó.
—Ya, ya entendí pero después hablaremos de esto.

Lo acepto, mi vida no es del todo convencional: Mi madre es distante, mi padre es como un amigo para mi y mi hermano me trata como si fuese mi padre. Por mi parte salgo sobrando.

     

                         **

"No olvides hacer los deberes que te pedí. Te veo mañana.
Annie."

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