Una semana.
Una eterna semana había transcurrido, permanecía oculta en algún rincón de los escenarios donde Shawn se presentaba por las noches.No fui capaz de disfrutar las presentaciones ni siquiera auditivamente por un solo motivo: Arthur Black está buscándome.
En estos días aquel tipo provocó dos incendios más, me enteré de eso porque es un hecho que está en boca de todos, es una bazofia esconderme de alguien que de todas maneras va a encontrarme. Realmente lo es.
Cada día estoy más convencida de una sola cosa; enfrentarme a él, los juegos, la mayoría de ellos, no se juegan limpio pero no tengo nada que perder, puede que haciendo eso pueda ayudar a Shawn. Que de una vez por todas lo deje en paz y viva tranquilo, como se supone que debe de ser.El concierto terminó y cronológicamente este sería el quinto concierto del mes de Junio, apenas estamos en la primera semana, acaban de cumplirse quince días desde que vine a canadá.
Esta situación es igual de confusa que mi mente.
El poco valor que poseía lo utilicé para salir de mi escondite, tuve que sostenerme de las paredes al caminar, no había probado bocado en un buen rato y comenzaba a marearme.
No tenía fuerzas y la noche era joven.
—Fátima —me llamó Andrew. Apenas teníamos contacto. Shawn lo mantenía lo más lejos de mí por un motivo que desconozco, como si le hubiese puesto una orden de restricción en su contra.
Pero nada de eso me importaba ahora.
—Hola, Andrew.
—¿Cómo te sientes?
Me volví hacía él de golpe.
—Honestamente —él asintió—, una mierda. Me desespero, voy a terminar perdiendo la cabeza.Obviamente, ninguna persona que no haya madurado lo suficiente puede sentir que el mundo se viene abajo cuando una situación va más allá de sus límites.
He madurado, un poco, pero literalmente no estoy preparada para tales cosas, nunca voy a estarlo.
—Ponte en el lugar de Shawn, él la perdió hace tiempo.
No demoré en descubrir el sarcasmo que se escondía en esa frase.
Solté una pequeña risa, esa fue su intención.
—No me hace sentir mejor pero te lo agradezco.
—Sabes, las cosas amargas no duran para siempre.«Lo sé, Andrew. Lo sé, pero eso no cambia nada» pensé.
Apareció Shawn algo sudoroso bebiendo agua con desesperación como si su vida dependiera de eso, en la mano izquierda sujetaba una toalla blanca y se la pasó por el rostro. Por lo menos en eso sí fue cuidadoso.
Andrew se puso a hablar con otras personas así que no tiene caso que siga mirándolo. Me mantuve perdida en mis pensamientos cuando Shawn me abrazó por detrás.—Has estado distante conmigo, ¿pasa algo?
Me safé de su agarre mirándolo fijamente. Leyendo mi expresión volvió a hablar—. Te he dicho que me gustaría entrar a tu cabeza ¿verdad?
—Te he dicho que jamás podrás ¿verdad? — dije con fastidio.
Mierda. Mierda. El no dormir correctamente y no comer me hace actuar sin sentido. Fui grosera con él, no se lo merece.
—Entiendo que estés molesta por la situación, pero te tomas todo muy personal.
Cierto, eso es porque soy parte del problema.
—Sí, claro lo que tú digas.
—Ya, ¿qué puedo hacer para recompensarte?Tuve que fingir que lo pensaba.
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Eclipse S.M
Fanfiction-No volverán a separarnos, ¿verdad? -pregunté con un poco de melancolía. -Nunca, cariño mío. Nunca más. -Promételo -lo desafíe. -No -susuró-. Mejor te lo juro. Shawn Mendes, qué podemos decir de él: es un atractivo cantante canadiense que su vid...