Eclipse S.M

A MEDIANOCHE

Shawn Mendes se encontraba en Los Ángeles. Antes de salir de su auto, Shawn se puso un gorro, su chaqueta de cuero y unos guantes. El frío no lo ayudaba a pensar.

Caminó como si estuviera perdido, en todo momento evitó el contacto visual y directo con cada persona que se le cruzaba, mantuvo la mirada en el suelo, solo miraba sus propios pies y como tropezaba continuamente.

De un instinto reconoció la calle donde se encontraba, Shawn comenzó a correr, lo hizo como si alguien lo siguiera, dio vuelta a la izquierda y cuando se quedó sin aliento, se encontró con aquella peculiar casa, tan familiar. La casa de Fátima Evans.

Shawn se tensó, el auto de James estaba estacionado justo ahí.

«Solo quiero verte una vez más» pensó él. Más no hizo nada.

Se puso alerta cuando la puerta principal se abrió, solo era su guardaespaldas James.

—¿Cómo está ella? —fue lo primero que salió de su boca.
—Descúbrelo por ti mismo —lo alentó James.
—Quiero verla —dio un paso adelante.
James lo detuvo con una mano.
—Alto ahí vaquero, tienes un problema que solucionar. Arthur Black ¿recuerdas?

El remordimiento podía más que Shawn, ya no era el momento de callar. Se aclaró la garganta y soltó la sopa.
—Me encontré con Arthur ayer por la noche.
James se puso pálido.
—¡Habla, idiota! ¿Qué sucedió?
—Me lo agarré a golpes —frunció el ceño—. ¡Oye! ¡No me llames idiota!

Shawn se descubrió las manos dejando ver los nudillos irritados con cicatrices—. Quiere verme hoy a la medianoche, exactamente en el auditorio donde me presenté hace un año.

«En el lugar donde la vi por primera vez» concluyó mentalmente.

James le hizo una seña para que se subiera al auto, permanecer ahí los convertirá en sospechosos, se alejaron de esa casa.
—Shawn, no estás pensando en ir ¿o sí?
Shawn lo miró seriamente:
—No solo, todos mis problemas iniciaron cuando Arthur se interesó en mí, jamás debí permitir que me manipulara.

—No sabías lo que hacías, Shawn. No sabías nada de la vida, apenas comenzabas a vivir de verdad.
Shawn se quitó el gorro de la cabeza:
—Al principio no me importaba lo que hiciera conmigo, no tenía motivo que me obligara a parar. Estaba tan solo, procure estar ocupado. Tener una pelea cada noche era lo más fácil.

Era como tener una doble vida, Shawn tenía que mostrar una imagen perfecta todos los días para el resto del mundo, por otra parte: era discreto en todo problema que surgía detrás del escenario. La primera vez fue como una aventura, pero la segunda hasta el día de hoy es un infierno.

¿Cuánto daño no la causado Arthur a Shawn?

—Tu vida pública está a salvo, no hay manera de que alguien descubra tu historial. Pero, tienes que arreglar tu vida personal, tu vida íntima —le dijo James.
— ¿Por qué es tan complicado? —preguntó frustrado—. Encontré al amor de mi vida sin pretenderlo, traté de ser bueno, hacer las cosas bien, pero mi estilo de vida ¡lo echó todo a perder! ¡Destruyo todo lo que toco!

A Shawn se le salieron las lágrimas porque ya no podía. ¿Cuál será la solución? Se mantuvieron en silencio hasta llegar a un hotel.

—Llamaré a Drake, él te ayudará con respecto a Arthur.
—Hazlo, el tiempo se agota.
—¿A dónde vas, Shawn? —preguntó James, cuando vio al cantante caminar en una dirección contraria.
Shawn Mendes estaba más decidido que nunca. No cabe duda.
—Por mi auto y por mi chica.