El PRIMER INCENDIO

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James encontró finalmente a Arthur Black en la azotea de un edificio dos horas después de haberlo seguido por un largo tiempo por toda la ciudad de Canadá, no están idiota como para quedarse en el bar de siempre después de esa llamada.

No fue tras él, se sentó  a la espera de un movimiento raro.

Arthur Black se encontraba sentado con una cajetilla de cigarrillos y encendió uno para calmar su tensión. Mientras fumaba mostró una sonrisa triunfante, ya tiene su jugada final.

Una sorpresa para todo espectador y un golpe bajo para Shawn

Exponerlo y él sabe cómo hacerlo.

El auto de Shawn se estacionó frente a uno de los hoteles más prestigiosos de Canadá, a los pocos minutos de su llegada Andrew salió por la entrada principal apurando el paso.

Se subió al auto y Shawn arrancó, Fátima miraba la concentración de ambos mientras que su cabeza era un jodido desastre.

El trayecto era largo por lo cual ella se quedó dormida a la mitad del mismo.

Andrew sacó su teléfono para mostrarle al cantante su segundo problema; en las redes sociales circulan las fotos que aquellos fotógrafos lograron tomar anoche, era fácil de apreciar a Shawn salir de un bar en compañía de una mujer.

El mundo se ha vuelto loco.

Ambos tuvieron una pequeña discusión, pero su manager le confesó que los fotógrafos no aparecieron por casualidad, ni siquiera sabían que Shawn estaba ahí, alguien corrió la información.

— Tienes que parar, Shawn.
— No me detendré hasta que Arthur Black caiga en su propio juego.

Andrew lo miró con seriedad.

— Tienes que tocar fondo, tienes una novia en qué  pensar — dijo en un tono burlón.

— No es mi novia —hizo una pausa—, no formalmente.

Las cosas no son lo que parecen, tampoco están resultando ser como Shawn quería. Si Arthur lo hubiese dejado tranquilo tiempo atrás la historia sería diferente en su totalidad.

Hay tres cosas que están torturando a Shawn hasta los huesos; Arthur Black con su tonta obsesión, el mundo musical y la presión que siente en el pecho por no confesar…

— El único punto a favor es que le digas la verdad.

Shawn se puso nervioso.

— Ponte a pensar: lo primero que hará será salir corriendo —dijo con temor.

— Shawn, eso lo sé. Pero existe una posibilidad de que ella se mantenga con nosotros. Si enfrentamos a Arthur con ella sabiendo todo, tenemos oportunidad. No va a fallarte.

En lo más profundo de su mente, él sabe que aquella chica es fiel, en estos meses ha mostrado y sostenido lealtad y por qué no ahora que en verdad lo necesita. El rostro de Fátima no sabe mentir, no es capaz de hacerlo.

Después de un rato de tráfico y de escabullirse de medio mundo, llegaron a la mansión de Andrew. La zona es privada así que  eso de la  privacidad no tuvieron que preocuparse.

Shawn cargó a Fátima en brazos con delicadeza y la llevó a la habitación que Andrew reservaba para algún invitado especial, no había nada más que hacer, solo esperar la famosa llamada de James. Entraron y la recostó sobre la cama, la oferta era muy tentadora así que se tumbó resignado a lado de ella y jugaba con su cabello castaño, le  seguía sorprendiendo que fuera tan liso, tan suave y precioso. Estuvo preguntándose a sí mismo; cómo era posible teniendo una vida complicada incluso grotesca poder merecer a una preciosidad como ella. Shawn se limitó a dejar esas preguntas de lado y continuó observando a la chica.

— Eres tan bonita —él susurró.

Luego le besó la mejilla repetidas veces hasta que Fátima despertó.

— ¿En dónde estamos? —preguntó Fátima reincorporándose.

— En la casa de Andrew.  

No se sorprendió, ella entendía que no podían quedarse en el otro lugar después de lo ocurrido.

— Me explicaras todo, ¿cierto?

Él asintió y se lo explicó: le dijo que ese sujeto que corresponde al nombre de Arthur Black era una amenaza, también le contó sobre su último encuentro con él. Arthur Black solo busca con quien meterse y todo lo hace por un capricho.

-—¿Cómo fue que te metiste con él? Algo debiste haber hecho para que siga empeñado contigo.

«Que inteligente eres», pensó Shawn. Mas sin embargo, no quiso responder.

—No solo está encaprichado conmigo, si no contigo.

Ella se estremeció.

— ¿Por qué conmigo? Es una tontería.

Shawn la miró a los ojos con ternura.

— Nena, eso no lo sé. Es por eso que estoy preocupado, no sé cómo supo de tu existencia.

Ahora ella sabe que Shawn tiene un enemigo, más desconoce cómo fue que lo conoció y lo hizo.

                                    *

James no lo soportó más.

—¡Estás loco! Estás enfermo, maldito desquiciado —exclamó en el momento que Arthur terminó de fumar el último cigarrillo de la cajetilla mientras arrojaba al suelo botellas de alcohol una por una, tomó un encendedor y prendió fuego.

Arthur Black incendió el edificio y James se quedó atrapado allí dentro.

— Nadie me arruina los planes, que te quede claro —gritó.

Arthur abandonó el lugar para dirigirse a su siguiente destino, los inquilinos no tardaron en hacerse presentes a través de  gritos de auxilio, el humo tanto como el fuego se expandieron. La gente ajena corría corría de un lado a otro en busca de ayuda.

James dejaba de respirar en lapsos de tiempo para no sofocarse, corría escaleras abajo suplicando por encontrar la salida. Que ironía, fue víctima de Arthur, sabiendo que él mismo es el más inteligente de los dos. No todos los sujetos tienen suerte.

Los bomberos llegaron y se pusieron en marcha, gracias a Dios James encontró la salida pero no la tomó por salvar a dos niños que estaban atrapados en el segundo piso. Con la fuerza que le quedaba, derrumbó la puerta de una patada, aquellos niños que eran gemelos se encontraban atrapados en un armario de una habitación de juegos, esas cuatro paredes estaban a nada de hervir por el fuego.

Apesar de haberse enfrentado a muchas cosas, ese fue el día en que James probó que es capaz de hacer lo posible por salvar a otros.

Fue valiente.

Los niños salieron intactos pero a James se le quemó un poco el cabello, un descuido de más y se queda calvo.

El equipo médico le ofreció una máscara de oxígeno para recuperarse, no lo dejaron ir hasta que su ritmo cardiaco fuera estable.  Pero antes de marcharse hizo una llamada.

Contestaron al tercer timbre.

— ¿Diga? —preguntó Fátima en la segunda línea.

—Soy James, ¿Está Shawn contigo? —la voz de James fue ansiosa.

—Si, pareces asustado.

— Estoy bien, pon el altavoz. Tengo algo que decirles a los dos.

Lo hizo y esperaron con impaciencia.

— Habla, James —lo alentó Shawn.

Este respiró profundamente y prosiguió—. Arthur se escapó. Por favor cuídate mucho y protege a tu chica, te está siguiendo los pasos. No tardará en encontrarlos.

¿A caso es que nunca se terminará?

En algún lugar solitario y de mala muerte, Arthur debe de estar partiéndose de la risa esperando su momento.

Estoy respetando lo que escribí a mis dieciséis años pero bro jajaja como que quiero cambiar todo porque joder que onda pero solo por nostalgia trato de dejar la historia como la conocieron al principio

Eclipse S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora