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-Desde hace un tiempo que no tenemos un momento a solas- dijo Thomas sentándose a mí lado.

Me encontraba terminando mí porción de carne en un lugar apartado de la cueva. No quería que me molestaran, pero era Thomas, y parecía triste, lo menos que podía hacer era hablar con él.

-Es cierto, shank, ¿pero qué podemos hacer?- dije despreocupado- tú eres la larchita de Jules y yo soy un tío independiente... Ahora nuestros mundos no se topan mucho.- era cierto, desde que llegamos aquí, no pasaba mucho tiempo con Thomas, él siempre estaba con Brenda o con Jules, y yo siempre me encontraba haciendo cosas independientemente, ya casi no hablaba con él.

-¡No soy la larchita de Jules!- me gritó ofendido.- y, lo sé, con todo lo que hay que organizar no es fácil encontrar un momento para conversar entre amigos... Pero ahora podemos, así que... ¿qué tal la vida?- me sonrió inocentemente.

-Bien, nada interesante... Sabes, esta vida no me está gustando mucho, es demasiado monótona, aburrida, me recuerda a los primeros días en el Área, nadie sabía qué hacer, o dónde estábamos... lo único que hacíamos era buscar la forma de mejorar nuestra calidad de vida y encontrarle un propósito a todo lo que ocurría... Creo que el hecho de que se abrieran las puertas del Laberinto hizo que encontraramos una razón de ser... No sé qué habría hecho si no me hubiese convertido en Corredor, sé que la vida de corredor es rutinaria y todo eso, pero uno nunca sabía lo que iba a pasar, todos los días eran algo diferente... No era como ser Carnicero o Agricultor, en esos trabajos todos los días eran iguales... -suspiré- no sé cuanto más voy a poder aguantar esto, sólo quiero empezar ya con las expediciones para salir de ésta rutina...- mi voz estaba apagada, realmente necesitaba hacer algo, la monotonía me estaba enloqueciendo ¿o me estaba enloqueciendo solo?

-Ya lo creo, de hecho, estuve hablando con Jules y quedamos en que lo mejor es enviar una expedición lo más pronto posible para poder conocer el terreno... Si quieres hablamos con él para empezar mañana.

-Sería genial- exclamé poniéndome de pie.

Rápidamente fuimos donde Jules, el hombre se encontraba ordenando las provisiones y con cara de pocos amigos dejó su tarea para escucharnos, le comentamos sobre la idea de empezar mañana.

-Bien, voy a armar un grupo de expedición voluntario Thomas, tú encabezarás el grupo, escoge 10 personas, entre ellos, algún médico, algún recolector, cocinero, etc...

Thomas asintió y se acercó a mí.

-Irás tú, supongo que Sartén, también Brenda, Gally, Aris, Harriet, Sonya... tú elige a los otros...

-Bien- dije con seguridad- Howard, Shasta y Pan.

-¿¡Quién shuck es Pan!?- me preguntó inclinando la cabeza cual perro.

-Edith, una chica del grupo B, la del brazo roto, pero yo le digo Pan- su expresión de confusión no cambió- es una abreviatura de su verdadero nombre- expliqué y está vez se quedó conforme.

Nos reunimos los nombrados y rápidamente comenzamos a preparar las cosas para la expedición, la idea era irnos por aproximadamente una semana, calculamos 4 días de ida y 3 de vuelta. Llevaríamos suficiente comida y agua, además de sacos de dormir y tiendas plegables.

Ahora teníamos que ejercitarnos un poco para preparar los músculos para una caminata larga, luego debíamos acostarnos temprano para poder partir lo antes posible.

Así que hice unas cuantas elongaciones, abdominales y troté un poco, para luego ir a dormir. Moría de sueño, tomé algo de comida para que no me diese hambre más tarde y me fui a acostar. Me adentré por uno de los pasillos de la cueva, no quería que nadie me molestara, sólo quería dormir.

"Un lugar para los sobrevivientes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora