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Con dificultad avanzábamos por los pasillos, Howard y yo llevábamos a Aris, mientras que Dave cargaba con Shasta. Howard nos fue guiando por los interminables pasillos, todos eran iguales, completamente blancos y sin ninguna ventana.

-Falta poco- murmuró Howard- ya se siente el aire marino.

-No, yo creo que les falta mucho- a nuestras espaldas la voz de Miyoko sonó con malicia. No alcancé a reaccionar cuando soltó un disparo que fue directo a Howard, pero no alcanzó a atravesarle el pecho, Shasta se soltó del agarre de Dave y empujó a Howard, logrando que la bala solo roce el hombro de éste.

-¡Serás idiota!- le gritó la pelirroja a la otra chica- No los necesitamos muertos.

-Howard no es parte de las pruebas- Miyoko la miró con odio- sólo lo salvas porque en el fondo te importa. Eres demasiado débil.

-¿Débil? ¿¡Yo, débil!? No eres más que otro sujeto, no te sientas superior, que estés trabajando para CRUEL no quiere decir que no te tengamos a prueba. Eres una más, entiéndelo, eres sólo una puta variable- espetó Shasta, el rostro de Miyoko enrojeció de rabia y vergüenza.

-Mientes, no soy otro sujeto de CRUEL, soy como tú, trabajo para CRUEL, ustedes no me analizan, Lacroix me lo dijo.

-Ja, me das pena ¿en serio crees que eres alguien?- Shasta la miró con burla, mientras Miyoko trastabillaba- te estamos analizando, estamos observando cada una de tus reacciones, necesitábamos analizar lo que pasaba si un sujeto trabajaba para CRUEL y como tú eras débil, te elegimos a ti. Ya, si eres especial, pero eres especial porque eres débil.

Un atisbo de miedo se instaló en el rostro de Miyoko, pero rápidamente fue reemplazado por una determinación aterradora. Se avalanzó sobre Shasta.

-Te mataré ¡zorra!- chilló intentando golpear a la pelirroja que la esquivaba con agilidad. Llegó un momento en el que se toparon y Shasta golpeó a Miyoko en la cintura, casi sólo rozando.

-Idiota, fallaste- Miyoko sonrió. Pero Shasta no había fallado, el golpe iba dirigido al cuchillo que Miyoko tenía en el cinturón, este cayó y se deslizó hasta mis pies. Mis ojos se cruzaron con los de Shasta, Miyoko lanzaba golpes e incluso disparos sin acertar, Shasta asintió. Mátala, eso era lo que me decían sus ojos. ¿Por qué iba a hacerle caso? pero... Miyoko era culpable de la muerte de Tim, merecía morir... igual que Shasta...

Tomé el cuchillo y en un moviendo rápido hice nula la distancia y lo enterré a un costado del cuello de Miyoko, la chica no alcanzó ni a emitir un sonido, simplemente cayó, botando arcadas de sangre. Saqué el cuchillo y miré a Shasta. Ya no me importaba matar.

-Minho, piensa en lo que haces- Shasta me miró con seriedad- les puedo ser de ayuda. Sé que jamás volverán a confiar en mi, pero no quiero que ninguno de ustedes se vuelva un asesino. Están demasiado rotos para romperse más. Son humanos, no máquinas de matar.

-¿Entonces ustedes qué son?- le pregunté despectivamente.

-Somos... somos un grupo de personas que abandonó su humanidad para salvar a la misma.

Solté el chillido, este cayó con un sonido sórdido, generando un pequeño eco en el pasillo. Howard suspiró y Dave relajó los músculos, Aris tosió cansado.

-Está siendo sincera- murmuró Aris- pero no completamente... Necesito que me digas lo que me hicieron. Shasta asintió.

-Intentaron cambiarte los recuerdos, borrar los que tenías y colocarte unos que no te pertenecían, pero lograste luchar, tu cerebro ya está siendo inmune a las simulaciones de CRUEL. Va a llegar un momento en el que jamás podremos engañarte...

"Un lugar para los sobrevivientes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora