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Entré a la habitación y dejé el cuerpo en el suelo, habían grandes bidones y contenedores de agua, también habían baldes y una bañera. Me acerqué a la bañera y le puse el tapón para comenzar a llenarla con agua. Una vez terminé, caminé hacia Newt y le quité las zapatillas, con cuidado quité su camiseta y pantalones, dejándolo sólo en ropa interior y calcetines. Le saqué los calcetines y vi sus secos y curtidos pies, sus uñas estaban rotas y sucias con algo de sangre. Se los masajeé, imaginando que sentía lo que hacía... pero no lo sentía, sabía que Newt jamás podría volver a sentir...

Miré su ropa interior y se la quité sin pudor, una vez lo vi así en el Área, así que no era algo nuevo.  Lo tomé y lo dejé en la bañera, con un paño comencé a remover la sangre y tierra de su cuerpo hasta dejarlo limpio. Cambié el agua y volví a llenar la bañera para lavarle el cabello, busqué algún producto en la habitación y cuando encontré unas bolsitas las vertí en su pelo para comenzar a masajear. Le saqué la espuma de la cabeza hasta dejar sus rubios cabellos como los recordaba. Luego lo saqué y lo envolví en una toalla hasta secar hasta la más mínima gota.

Saqué el mechón de cabello de mi bolsillo y lo metí al agua hasta limpiarlo, quería conservar sus cabellos rubios limpios, no la enmarañada paja que había guardado en mi bolsillo.

Me acerqué al cuerpo de Newt y acaricié su ahora suave cabello, nuevamente las lágrimas comenzaron a caer. Abracé su cuerpo desnudo, frío por el agua y la muerte. Toqué su blanca piel, recorriendo cada cicatriz y cada pequeño lunar que recordaba, memorizando sus marcas, guardando cada detalle de su ser.

-Eras el mejor ¿lo sabes, verdad?- le pregunté con la voz quebradiza- shuck... deberías haber sido inmortal, deberías seguir aquí... Dime ¿qué vamos a hacer ahora que te fuiste? ¿quién nos va a tratar como una madre lo haría? ¿quién nos va a alentar? ¿quién nos cuidará?

"Puedes ser tú" me voltee y vi a Newt de pie apoyado en la pared "No hay nadie que me conozca mejor, así que puedes ser tú..."

-No puedo... Sabes que no puedo, me irrito fácil, no tengo paciencia ni empatía... soy... soy un asco si tú no estás...

"Pero si estoy... ¿no es así? Mírame, estoy aquí" se señaló a sí mismo "Pero no soy más que un producto de tu imaginación ¿verdad? Entonces dime, si estoy aquí, actuando tal cual el Newt que recordabas ¿no quiere decir eso, acaso, que eres capaz de pensar y hacer las cosas que yo pensaría o haría? Minho, abre los ojos, me recuerdas tan bien que eres capaz de generar una imagen completa de mí en tu cabeza, mi cabello, cada variación en el color de mis ojos, cada rasgo y cada marca... nadie más puede hacer eso, sólo tú, sólo tú me conoces tanto que puedes llegar a incluso discutir conmigo por nuestros diferentes puntos de vista, tanto que incluso imaginas que te doy consejos cuando en realidad son cosas que a ti se te ocurren..."

-Pero no puedo... jamás podré reemplazarte, nadie puede ¿¡es que acaso no entiendes!?

"¡Tú eres el que no entiende, maldición!" gritó exasperado acercándose a mí y tomándome de los hombros. Casi puse sentir su tacto en mi piel, pero en el fondo sabía que era sólo el viento.

-Te extraño...

"Pero si estoy aquí... Garlopo, siempre voy a estar aquí" me miró dulcemente y me acarició la mejilla. Por un momento estuvimos en silencio, con nuestras miradas unidas, sin pensar en nada, no quería pensar en nada... sólo quería poder mirarlo sonreírme dulcemente como en los viejos tiempos. Fingir que estaba aquí y que hablaba con él y no con una simple ilusión formada por mi miertera cabeza.

Cerré los ojos y despejé mi cabeza, Newt ya no estaba parado frente a mi, ahora sólo estaba su cuerpo desnudo en el suelo. Me acerqué y comencé a vestirlo, no sin antes sacudir lo más posible su ropa.

"Un lugar para los sobrevivientes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora