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-¿Se desmayó?- preguntó Aris asombrado.

-El dolor a veces causa esas cosas, pero se pondrá bien. La piel se selló completamente, ya dejó de sangrar- dijo la chica con simpleza- ahora déjenme revisarle la boca para ver por qué le salía tanta sangre... Si no le habían perforado el estómago debe de haber otra razón.

Acomodé a Thomas para que Brenda lo pudiese revisar cómodamente. La chica metió sus manos en la boca de éste y comenzó a palpar sus mejillas internas y su paladar. Al sacar la mano, hilillos de saliva y sangre salieron con ella.

-Que desagradable- Aris miró hacia otro lado.

-Bueno- empezó Brenda- parece que un crank le rasguñó la mejilla interna derecha, la herida es bastante grande, eso explica la cantidad de sangre. Eso es bueno, no es nada grave, sólo hay que limpiarla, podemos descartar cualquier perforación interna, va a sobrevivir.

Suspiré con satisfacción. Thomas viviría.

Sentí el Berg descender, habíamos llegado en menos de un día, la compuerta sonó con un chirrido metálico al abrirse y el ruido exterior penetró por los pasillos. Los pasos de los larchos y larchas llenaron el ambiente. Cuando llegaron a dónde estábamos todos sus rostros cambiaron de expresiones de asombro a espanto.

-Lo sé, es asqueroso...- dijo Aris como por décima vez- ahora, ayuden a limpiar el Berg, yo no pienso volar en esta cosa con este olor a muerto.

-No estoy muerto- susurró Thomas.

-No hablo de ti, hablo de los cranks... ¡Despertaste!- Aris lo miró con felicidad y le dio un fuerte abrazo que hizo que Thomas se retuersa de dolor- oh, perdón.

Thomas sacudió la cabeza y comenzó a levantarse, pero una punzada le impidió hacerlo, por lo que se quedó sentado. Me senté a su lado.

-¿Cómo te sientes shank?- le miré mientras le sobaba el hombro.

-¡Pues como si me hubiesen quemado la herida con una miertera bengala, y eso fue exactamente lo que me hicieron!- chilló al borde del colapso.

Algunos larchos comenzaron a limpiar y otros se nos acercaron.

-¿Qué pasó?- Pan se acercó a mí y me pasó una camisa,  me la puse, era de color marrón oscuro y tenía los bordes medio rasgados.

-Habían cranks en el Berg... prácticamente eso fue lo que pasó- respondí con simpleza. Estaba cansado, no estaba de humor para contar detalladamente toda la historia. Me ardía el pecho y la espalda, allí donde los cranks habían rasguñado, también me sentía algo ahogado, estuve a punto de perder el conocimiento cuando el miertero crank me ahorcó.

Miré al pasillo y ví que los cuerpos habían desaparecido. Los larchos ya los habían sacado... incluso habían limpiado la baldosa. Suspiré aliviado. Ya podíamos partir a buscar a Newt.

"¿Para qué quieres buscarme si estoy aquí? Newt se encontraba parado detrás de Thomas, mirándome con el semblante serio. "Por fin me vez ¿ya te estabas olvidando de mi?" enarcó una ceja.

No le respondí... Newt no estaba aquí... era sólo mi miertera mente volviendo a molestarme.

"Ah, claro, sigues ignorandome" protestó "¿¡Por qué no me hablas!?"

Porque no puedo... porque no estás aquí...

-Te ves cansado ¿y si vas a dormir?- Pan me miró preocupada. Sus dulces ojos estaban fijos en mi, llenos de estrés y cansancio.

-Buena esa...- dije y me marché lentamente a una habitación. Estaba limpia, todo el Berg lo estaba, los larchos y larchas habían hecho bien su trabajo. Apenas me senté en la cama sentí el movimiento que indicaba que el Berg estaba despegando. Un zumbido, una sensación rara en las orejas, la idea de ir subiendo y luego estabilizarse.

"Un lugar para los sobrevivientes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora