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-¿Un infiltrado?- Max observó a cada uno de nosotros con atención.

Analicé los rostros de cada uno de los larchos, todos parecían tener un revoltijo de emociones, asombro, temor, confusión... pánico. Rápidamente me quedé junto a Newt, protegiéndolo instintivamente.

-¿No será que tenemos alguna especie de rastreador?- propuso Miyoko- Thomas dijo que se llevó a todos los sospechosos de ser integrantes de CRUEL... no se me ocurre qué más puede ser. La única sospechosa puede ser Samantha, aunque la descarto completamente ya que de ser de CRUEL ya habría entregado a Newt...

-Es probable- murmuró Max- debe ser un rastreador, pero... ¿sólo se lo pusieron a uno o todos lo tenemos? Yo no creo tenerlo... Escuché que CRUEL tiene unos nuevos rastreadores, estos se inyectan, se siente algo así como un leve pinchazo... yo no he sentido ningún pinchazo...

-Yo sí, cuando estábamos en Tierra del Fuego sentí un pequeño pinchazo- exclamó Sonya.

-Yo igual... y no uno...- señalé- lo sospechoso es que lo sentí en un momento en el que me encontraba con Shasta... esa perra...- refunfuñé.

-Bueno, yo el único pinchazo que he sentido es el de la Felicidad, así que no cuenta.

-Bien, hay una solución, es simple, sólo que necesitamos electricidad- Max miró a Karlos- ve a buscar algo a la cabina del conductor, necesitamos hacer esto rápido.

Karlos obedeció y se marchó por los pasillos del tren. Max aprovechó de explicarnos lo que haría. Crearían una descarga eléctrica lo suficientemente alta como para destruir los rastreadores, pero lo suficientemente baja como para no matarnos. Al ver nuestros rostros de desconfianza nos aseguró que ya lo había hecho antes.

Newt suspiró agotado y se recostó en mis piernas, usando mis muslos como almohadas. Tim miraba todo con desconfianza, como si de un animal acorralado se tratase. Miyoko observaba por la ventanilla del vagón, con las manos apoyadas en el vidrio, parándose en puntillas para ver mejor. Sonya y Samantha estaban juntas, charlando con un poco de calma, supuse que hablaban de Newt.

-¿Qué crees que me hagan si me atrapan?- Newt me miró a los ojos, su expresión demostraba temor.

-No te van a atrapar- respondí intentando sonar seguro, Newt me miró con los ojos llenos de esperanza, pero pronto su expresión se nubló.

-Quizás sea lo mejor... quizás sólo necesitan mi sangre...- su expresión era triste, su vista estaba clavada en el suelo y apretaba sus manos nerviosamente- quizás deberían entregarme...

-¿¡Qué!? ¡No! ¡Jamás!- chillé desesperado haciendo que Newt, por instinto, diese un respingo quedando sentado a mi lado.

No pudimos seguir hablando puesto que Karlos llegó con una serie de cables y máquinas.

Max ayudó a Karlos a organizar los cables para generar el corto circuito, una vez estuvo todo en su lugar, nos entregaron una pieza metálica a cada uno, ordenando colocarla en nuestra frente.

Hicimos lo ordenado y Max juntó unos cables que soltaron chispas seguidas de un siseo eléctrico. Un sordo chasquido resonó por el suelo metálico conectándose a nuestros cuerpos y a la pieza de nuestra frente.

Sentí un fuerte dolor, entre una quemadura y una mordida en el interior de mi cerebro, un escalofrío eléctrico recorrió todo mi cuerpo provocándome lanzar un alarido de dolor.

Mi vista se nubló por un momento y cuando la recuperé pude divisar, mediante pequeñas convulsiones que Sonya, Miyoko y Newt se encontraban igual que yo, aunque Newt se notaba visiblemente peor, se retorcía y gruñía tomándose la cabeza, intentando detener las convulsiones, haciéndose en ovillo en el suelo.

"Un lugar para los sobrevivientes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora