*30*

158 13 13
                                    

Ahora era oficial, todas nuestras suposiciones eran ciertas. Mientras caminabamos hacia quién sabe dónde, no dejaba de mirar el cielo en busca de algún Berg o estar atento a cualquier sonido de motor. Tampoco desviaba mi atención de Newt, el cual cojeaba algo desanimado...

-¡Arrgg!- chilló mientras caía de rodillas y apretaba su cabeza con sus manos. Samantha corrió hacia él, tomando sus manos, obligándolo a soltar el agarre.

-¡Hay una inyección en mi mochila! Sáquenla- ordenó la chica con algo de desesperación. Miyoko corrió hacia la mochila y la abrió, entregándole una jeringa con un líquido amarillento, Samantha la tomó y se la clavó en el brazo a Newt.

-¿¡Qué shuck le echaste!?- pregunté con desconfianza.

-Felicidad...- Samantha respondió con rapidez- la conseguimos hace tiempo, había un crank rico en la ciudad y, cuando murió, entré para llevarme todas las dosis antes de que otros cranks lo hagan... Era en caso de emergencia, pero no las usamos mucho ya que él estaba amarrado, sólo las usamos cuando el dolor era demasiado insoportable, yo se la administraba para que no se vuelva adicto...

Vi como el rostro de Newt se calmaba e incluso logré divisar una sonrisa boba.

-Ahora va a estar algo lento, esos son los efectos de la droga, lo mejor será que alguien lo lleve- la chica miraba a Newt con preocupación. Sin pensarlo más de una vez me acerqué y lo tomé, él me miró con esa estúpida sonrisa adormilada y enredó sus brazos en mi cuello. Era más liviano de lo que pensaba.

-¿Cuántas trajiste?- preguntó Karlos mirando a Samantha con atención.

-Mmm... creo que unas 12, quizás más, no las he contado- murmuró nerviosa- pero son suficientes, Newt va a estar bien.- sonrió de manera optimista, Karlos sólo asintió de una manera que me generó un escalofrío.

Seguimos caminando hasta que Max se detuvo frente a un coche indicándole a Karlos que se siente al volante. Todos nos subimos y apenas el motor se puso en marcha, Newt se quedó dormido. En un inicio no me sentí muy cómodo con un crank manejando, pero al ver lo bien que lo hacía me calmé, era mejor que un niño de 12 años que probablemente ni siquiera alcanzaba los pedales. Max era bastante bajito.

Avanzamos por el desierto, sin pasar por ninguna calle, era increíble la orientación de estas personas, podían manejar sin camino y sabían con certeza hacia dónde iban. Una cálida briza entraba por la cristalizada ventanilla frontal, provocando que mis ojos se cerraran. El sueño me invadió y de a poco fui quedándome dormido.

***

Desperté y me percaté de que el vehículo se había detenido, no veía nada, la oscuridad lo cubría todo. Cuando mis ojos se acostumbraron a la negrura de la noche divisé a Newt dormido, hecho un ovillo, en mi pecho, un mechón de cabello, un poco más largo, le caía en la cara y se elevaba con cada respiración, parecía tranquilo, pero ya no tenía esa expresión boba de cuando estaba bajo los efectos de la Felicidad.

Miré por la ventanilla y vi unos cuantos edificios abandonados, no salía luz de ninguno, la cuidad estaba en completa oscuridad. Los demás dormitaban en los otros asientos, rápidamente analicé todo calmándome al ver que estaban todos. Tim dormía con la cabeza apoyada en mi hombro mientras Miyoko tenía una mejilla pegada a la ventana. En la parte trasera estaban Samantha y Sonya, una dormía sobre los asientos mientras la otra dormía en el suelo. Max estaba acurrucado en las piernas de Karlos mientras éste lo rodeaba con los brazos.

Me estiré para desperezarme y sin querer desperté a Tim con mis movimientos bruscos.

-Hey, shank, estás despierto- Tim me miró con ojos adormilados- me alegra que esté bien... sólo míralo- señaló a Newt con la barbilla. Tenía sus manos agarradas fuertemente a mi camiseta, como si me fuese a ir a algún lado, todos sus músculos estaban relajados a excepción de los de sus manos, sonreí al ver lo tierno que se veía.

"Un lugar para los sobrevivientes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora