A Él SÍ Le Gustas Tanto

4

Lo primero que hizo Levi al llegar a su casa fue a buscar a su hermana, se encontraba durmiendo en su cama. Este se quedó unos segundos en la puerta para luego acercarse a ella y tomar las sábanas de una manera tan rápida que hizo que la chica se cayera al suelo. — ¿Qué te pasa? —Le preguntó ella alarmada, su corazón latía por la fuerte impresión que le había dado, pero Levi sólo sonrió.

— ¿Conoces a una Nina?

— ¿Por qué lo preguntas?

—Porque su nombre me suena y no sé de dónde.

—Estudiaba con una Nina en la secundaria. —Dijo pasándose la mano por la cara. —Pero hay muchas Ninas en la ciudad, no es como si ella fuese la única.

—Alta, morena y de pelo corto, ¿Cómo es tu amiga?

—Ella no era mi amiga, pero la descripción es la misma.

—Muéstrame una foto de ella.

— ¿Acaso te gusta?

—Parece mi tipo.

—Si las lentas lo son...

—Oye oye, cuidado con ese vocabulario. Las mujeres deben respetarse entre sí, no hablar mal entre ellas.

—Tuvimos varios inconvenientes en el pasado.

—No me digas; Alan. —Negó con una sonrisa.

—Quizás.

—Como sea, le dije que iba a verla al salir. —Le dijo. —Me tomé la molestia, y esto suena muy acosador, de buscar su horario en la oficina con Margaret y sale a las cuatro.

— ¿Cómo lograste que Margaret te diera su horario? —Frunció el ceño.

—Esta cara bonita que ves aquí logra muchas cosas. —Dijo tocando su rostro con admiración.

—Pero Margaret tiene como cincuenta años.

—Mi encanto funciona para todas las edades. —Le sonrió. — Scarlett lo niega pero hasta yo sé que le gusto.

—Ajá, anda a tu cita Levi.

—Cierto, ¿Estoy bien así?

—Es solo una cita.

—Pero debo verme bien siempre. —Respondió. —Nunca sabes a qué chica bonita puedes encontrarte en el camino.

—Ya hasta le tengo compasión a Nina.

—Nina, que lindo es su nombre. —Sonrió pensando en la morena, no es como si le gustara ya pero le parecía alguien interesante para conocer a más a fondo.

Vaya Nina, quién diría que podrías llamar tanto la atención de Levi.