A Él SÍ Le Gustas Tanto

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Nina suspiró al leer el mensaje que Levi le había escrito. ¿Él quería verla? Negó varias veces y apartó el teléfono para dejarlo a un lado e intentar concentrarse en lo que estaba haciendo.

Su teléfono volvió a sonar y supo que era una notificación de él.

No quería leerla.

No debía leerla.

Suspiró y volvió su mirada al cuaderno que estaba en su escritorio, tenía que terminar de estudiar pero sabía que no lo lograría tan fácil en ese momento. Se levantó de su cama y buscó de su librero un pequeño cofre. Lo abrió y sonrió al ver lo que había dentro; eran las notas que le habían mandado en su pasado, todas y cada una de ellas.

"Esto tal vez sea extraño pero me gustas mucho."

Recordó la primera vez que habían llegado sus notas, ahora que ya sabía todo lo que debía sobre esa persona entendió el porqué de las cosas. Ella ya no era tan ingenua como lo era hace un año, ella ya había entendido que no podía confiar mucho en las personas porque terminaba de la misma forma en la que se encontraba en ese momento.

Triste y sin saber cómo arreglarlo.

"Es un idiota aquel que habla del amor sin haber vivido ese sufrimiento"

Y ese chico estaba en lo cierto.

Solían decirte que el amor era algo bonito, que te hacía sentir bien y con vida pero omitían decir que cuando este se acababa o cuando éste era traicionado, el amor se volvía cruel y sin vida. Se volvía vacío.

"Siempre he creído en el amor, siempre he creído que al hablar de él llevamos un nombre en nuestros pensamientos, esa es la persona que nos gusta. Esa persona eres tú."  

Esa persona era Levi.  A Nina le gustaba Levi, le gustaba mucho pero no podía continuar con ello, ¿qué quería él de ella? ¿Qué?

¿Cómo era posible que ella se ilusionara tan rápido? Él sólo era un chico. Quizás le gustaba por sus ojos o quizás era por la manera en que movía su cabello. Tal vez sólo era su increíble forma de ser, tan coqueta y atrevida que la hacía dar mil vueltas en la cama antes de ir a dormir, Pero seguramente lo que más le gustaba de Levi era esa sonrisa, esa sonrisa que solía darle cada vez que la veía, cuando sus miradas se encontraban. La misma sonrisa que le había dado segundos antes de besarla.

Sus besos, sus labios. ¿Cómo era posible que ella estuviese de tal forma? Lo extrañaba, lo extrañaba tanto que era capaz de perdonarlo si él fuese a buscarla. Pero debía ser fuerte, debía recordar las últimas palabras que aquel chico le había escrito una vez.

Tomó la nota y la leyó.

"El amor es algo extraño, a veces no lo buscamos y llega a nosotros, otras lo buscamos y nunca vemos que llegue. Pero la verdad es que el amor siempre está ahí, porque no sólo necesitas amor de una pareja, a veces el amor de un amigo o un familiar es suficiente. Sé que te sientes sola por no tener a alguien pero no debes preocuparte de eso, porque llegará el día en que consigas a un chico valioso para ti y espero estar ahí para verlo, Nina"

Suspiró.

  — Quizás...sólo no estoy destinada a enamorarme.