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—Si te soy sincero, no pensé que estarías esperándome en la salida. —Le dijo Levi a la morena al llegar. —Me encanta.

—Solo sentí curiosidad por saber cómo sería esto, así que no te emociones. —Intentó hacerse la pesada, Levi le sonrió.

—Pues pareces muy emocionada porque hasta te has retocado el maquillaje.—Le sonrió. Nina se sonrojó un poco.

—No es por ti, es algo que suelo hacer siempre antes de salir de clase. —Mintió.

—Como digas querida, vamos al café entonces—Tomó su mano y caminaron hasta La Clave de Sol. — ¿Qué te gustaría tomar?

— ¿Hay limonadas?

—Pues esto es una cafetería, pero supongo que debe haber limonadas. —Se encogió de hombros. —Busca una mesa que yo pago. —Le sonrió, Nina asintió y caminó hasta la mesa más cómoda-según ella- del lugar.

Observó al chico el tiempo que estuvo hablando con el cajero y pensó que era realmente lindo, ella de verdad lo conocía antes de que él decidiera hablarle, y es que ¿Cómo no hacerlo? Levi era prácticamente un sex symbol de esa universidad, no le sorprendía que tuviese un club de fans (Y lo tenía).

—A él no le gustas Nina. — Se dijo mil veces. —Él sólo quiere tenerte en su cama porque es hombre y eso es lo que hacen siempre. Recuerda lo que sucedió con las notas, recuerda la desilusión que tuviste, recuerda el comportamiento del chico que las escribía, recuérdalo todo y no caigas tan rápido por alguien como esa belleza.

Levi regresó con un vaso de limonada y una taza de café. —Lindo lugar, ¿No crees?

—Nunca había venido, la verdad. No sabía que había música en vivo.

—Normalmente hay, ella canta muy bien. —Sonrió y se sentó frente a ella. —Pero no estoy aquí para hablar de eso, estoy para hablar de ti, ¿Qué te gusta hacer?

—Pues no sé. —Se encogió de hombros. —Me gusta pasar tiempo en mi casa viendo películas, no soy de las que suele salir a cada rato aunque las fiestas me encantan.

—Suelen in vitarme a varias fiestas. —Le dijo. —Podrías acompañarme a unas cuentas.

—Eso estaría genial. —Le dijo. —Oye, ¿Estás coqueteando conmigo?

—En este momento no, pero me siento alagado que lo creas. Resulta bueno que pienses que lo estaba haciendo. —Acomodó uno de los mechones del cabello de la morena y le sonrió.

—Eres todo un don juan, siempre aprovechas la oportunidad para coquetear.

—Si la vida te da limones, haz limonada y luego invita a una linda chica a tomarla. —Guiñó su ojo provocando un leve salto en las palpitaciones de la morena, entendió muy bien su chiste, ella estaba tomando limonada.

A Él SÍ Le Gustas TantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora