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— ¡No lo puedo creer! —gritó Keyla emocionada luego de que Nina le contara la extraña declaración de Levi del día anterior.

Ella y Levi habían permanecido toda la tarde en la hamburguesería y se habían divertido como nunca; se rieron, charlaron, se tomaron fotos, incluso se besaron. Todo parecía ser igual a cómo Nina había deseado estar con su novio.

— ¡Lo sé! —respondió ella—. No me lo esperaba, de verdad que no.

—No sabes lo feliz que estoy por ti—dijo Gastón en su usual tono de siempre, Nina rodó los ojos y le dio un golpe juguetón en el hombro.

—No seas así, al menos finge interés en esto—le comentó ella, Gastón negó.

—No, de verdad me pone feliz esto—respondió y se llevó una mano a su cabeza desordenándose un poco el cabello—. No fui sarcástico.

—Usas siempre el mismo tono—comentó Keyla apoyando su mano sobre la del chico—, no es de extrañarse que ella lo pensase—el pelinegro se encogió de hombros.

—Te dije que no debías preocuparte por eso porque llegaría el día en que conseguirías un chico valioso para ti. Y me alegro haber estado para verlo—comentó Gastón, Nina le sonrió y lo abrazó. Éste sólo intentó devolverle el gesto a pesar de lo extraño que había sido eso para él.

—No estoy entendiendo lo que está pasando—expresó Keyla viendo cómo la morena abrazaba a Gastón.

—El amor es algo extraño, a veces no lo buscamos y llega a nosotros, otras lo buscamos y nunca vemos que llegue—citó Nina separándose de Gastón, miró a Keyla y sonrió—. Pero la verdad es que el amor siempre está ahí porque no sólo necesitas amor de una pareja, a veces el amor de un amigo un familiar es suficiente.

— ¿Te lo aprendiste de memoria? —frunció el ceño el pelinegro al reconocer lo que ella estaba diciendo.

—Sé que te sientes sola por no tener a alguien pero no debes preocuparte de eso, porque llegará el día en que consigas a un chico valioso para ti—miró a Gastón—; y espero estar ahí para verlo, Nina—terminó de citar la carta que Gastón le había escrito hace ya un tiempo.

Éste le sonrió y posó su mano en el brazo de la chica sobándolo lentamente, Gastón al fin y al cabo no odiaba a Nina después de todo. Quizás incluso podía considerarla una amiga, una extraña amiga con la cuál siempre se frustraba un poco.

—No puede creer que seas tan nerd como para haberte aprendido eso—le dijo, ella se encogió de hombros.

—Siempre lo leía cuando me sentía inferior a muchas personas o cuando me sentía sola—respondió, volteó a ver a Keyla—. Gastón es necio, terco, grosero y amargado pero es un buen chico y me alegro que salga contigo.

—Ya, estás poniéndote cursi—intervino el pelinegro—. Mejor vete a buscar a tu novio que seguramente anda investigando tu paradero—ella se rió y asintió.

— ¿Es muy pronto para decir que estoy enamorada?

—Sí.


N/A: Estamos en los capítulos finales gg

A Él SÍ Le Gustas TantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora