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Nina esperó a Levi cerca de su salón de clases, le gustaba esa nueva rutina que tenía. Salir de su salón para ir a buscar a su novio o salir del salón y darse cuenta que su novio la estaba esperando, le parecía algo bastante lindo y emocionante poder vivir lo que siempre había querido: el amor.

Dicen que el amor universitario ayuda siempre a hacerte una persona más madura y más capaz de establecer una relación duradera y fuerte con la persona que quieres. Nina estaba de acuerdo con eso, aunque también podía decir que el amor universitario era uno de los más emocionantes, porque—al menos en su caso—ya había pasado por el primer amor que te prepara para el golpe del segundo y te daba otra perspectiva de la vida.

—Tengo que decirte esto antes de que Scarlett venga y lo haga—le dijo Levi llegando a su lado, ella asintió.

—Me pasó las fotos—le contestó, él empezó a explicarle por qué no tenía que creer en eso y de que no sabía cómo había logrado tener esas fotos—. Stuart las vio, dijo que era un montaje.

— ¡Lo sabía!

—Además, confío lo suficientemente en ti como para saber que no volverías a hacerlo—le sonrió—. Aun así aprecio el hecho de que quisieras explicarme lo que estaba sucediendo.

—Ella está celosa de que yo sea feliz contigo.

—Debo acostumbrarme a eso porque tienes miles de chicas que seguramente andan de la misma forma—él negó.

—Ellas son chéveres, no hacen daño—mencionó—. Las que sí son las locas obsesivas que creen que soy de ellas porque una vez se acostaron conmigo.

—Hablando de acostarse contigo, sé que este no es el lugar más apropiado para decirlo pero soy virgen—se sonrojó, Levi le sonrió dulcemente.

—Eso no es un problema para mí, Nina—respondió—. Puedo esperar hasta que tú te sientas cómoda, yo no estoy apurado—le dijo y le pidió su bolso para llevárselo—. ¿Vamos a comer al Dush? Tengo hambre de una buena hamburguesa.

—Tú siempre tienes hambre de hamburguesa.

—Me declaro culpable—se rió, ella le dio un abrazo y caminó a su lado todo el camino hasta el auto del chico. Levi le abrió la puerta del copiloto y le entregó sus cosas para luego entrar por el otro lado y encender el auto.

— ¿Cantamos otra vez Sinfonía de Euforia?

—Obviamente linda—le respondió y encendió la radio para que automáticamente empezara a sonar el álbum.

Las melodías de la primera canción empezaron a sonar y Nina comenzó a mover su cabeza de un lado a otro al ritmo de la música. Levi la seguía sin quitar la mirada de la carretera y continuaron de esa forma hasta llegar al Dush.

Su rutina era algo aburrida para muchos pero para ellos era lo mejor de su día.

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faltan dos capitulos. bye

A Él SÍ Le Gustas TantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora