Capítulo Final.

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Narra Aria.

- Juan... Tenemos que hablar.

Baje mi vista antes de quebrarme mirando sus ojos. Contuve mis lágrimas y lo miré

- ¿Que pasa?

Acaricio mi mejilla. El nudo en mi garganta no me permitía hablar.

- ¿Ya no me amas? ¿No quieres estar conmigo?

- No es eso... Sino que... No se como de... Decírtelo.

Una lágrima cayó.

- Estoy embarazada.

Su rostro cambio. Me soltó y comenzó a caminar en círculos.

- Dios mio...

Fue lo único que dijo.
Me sentí mal. Una completa idiota. Le voy a estorbar todo el tiempo. El bebé y yo solo seremos una carga para él.

Camine al armario y guarde toda mi ropa, zapatos, cosas de higiene intima y demás. Me di vuelta, él estaba mirándome.

- ¿Donde vas?

Habló fríamente.

- El bebé y yo solo seremos una carga para ti... Así que me iré.

Llegué a pronunciar.

- Eso te iba a decir, que te fueras. Yo no quiero un hijo.

Trague duro.

- No lo tendrás entonces. El bebé es solo mio.

Agarré mis maletas y empecé a caminar. Hecha un mar de lágrimas. Me duele demasiado lo que me dijo. Me quede quieta delante de la puerta, pues lo sentía detrás de mi.

- Aria yo... Lo siento. No quise hablarte así y...

- El daño está hecho Juan Luis.

Me voltee en su dirección.

- Dime que no me amas mas y te dejaré ser libre.

Solloce.

- Es que...

- Dilo -Grité- Dime que ya no me amas.

Se quedó en silencio. Reí amargamente.

- Ya no debes tener un peso encima. Yo fui, soy y seré un estorbo mas en tu vida. Creo que no hubo amor entre nosotros.

- El bebé es producto de nuestro amor.

Pronuncio apenas.

- Si no quieres un bebé. -Grité- Entonces si no lo quieres, fue producto del amor que jamás existió.

- Te amo. No me dejes por favor.

- Es tarde. No quieres a mi bebé, no me quieres a mi.

Agarré nuevamente mis maletas y me fui.

No podía ni manejar. Un sollozo tras otro. Me dolió, me duele mucho. ¿Que haré Ahora? Estoy sola.

Siempre estuve sola.

Yo no quiero un hijo.

Esas 5 palabras resonaban en mi mente y me daban puñaladas en el corazón.

Toqué la gran puerta de madera. Enseguida me abrió.

- Papá...

- Ari...

Lo abracé. Empecé a llorar mas fuerte.

- Puedo... ¿Puedo volver a vivir aquí?

- Esta siempre será tu casa Hija.

Solloce.

- Te amo papá.

- Yo te amo mas hija.

No puedo con esto.
¿Un bebé? Es extraño... Pero también lindo. Saber que estoy creando vida, que de mi saldrá un pequeño hermoso...

Esto apenas comienza.

Narra Juan .

- Es tarde. No quieres a mi bebé, no me quieres a mi.

Desapareció por las puertas de casa.

Sentí mi mundo derrumbarse.

Acabo de perder a la mujer de mi vida, por palabras inútiles.

Nick tenia razón. Puedo ser papá y al mismo tiempo estar con mi carrera.

Me puse a pensar. Un mini Juan, o una mini Aria correteando por la casa. Tocando mis papeles y dejándolos llenos de dulce. Tener que bañarlo a cada rato por jugar con tierra o cosas de la cocina. Contarle un cuento o cantarle alguna canción para que se durmiera. Pasar noches en vela porque se enfermó. Jugar con él o ella. Hacer travesuras a escondidas de la mamá. Cocinar juntos. Agarrar sus pequeños dibujos y sonreír.

Todo eso me voy a perder... Porque la perdí a Ella.

Estoy llorando como un imbécil. Soy un imbécil. La perdí por mi orgullo, por mi carrera, por solo pensar en mi.

La perdí de nuevo. Y lo peor de todo, es que el día de nuestro aniversario (Que por cierto es mañana) Le iba a pedir que se casara conmigo.

Ahora ya no queda nada.

Estoy solo.

Me di cuenta que el orgullo lastima, y mucho.

Ya nada volverá a ser igual sin ella.

Sin ella, y sin mi hijo.

Todo se terminó.

La Princesa de mis sueños. (Maluma).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora