Capítulo XXXIII

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Narra Juan.

- Juan... Hijo... Baja a cenar.

Negué con la cabeza, conteniendo el sollozo.

- ¿Que pasa?

- Na... Nada Ma... Ve a comer tra... Tranquila.

No podía ni hablar.
No se cuanto llevo llorando de esta forma, pero es preferible que me descargue llorando y no causando destrozos en toda la casa.

- Hijo ¿Estas bien?

Mi mamá encendió la luz y sentí como se acercaba. Senti como se sentó en la cama y acarició mi espalda.

- ¿Que ha pasado? Dime.

Voltee a verla. Sus ojos se abrieron mas de lo normal.

- Ma...

La abracé y seguí llorando. No puedo con esto.

- Ya... Ya hijo...

Cerré mis ojos con fuerza.

- Marlli ¿Que pasa que tardas tan...?

Papá se quedó en la entrada de mi cuarto. Aunque entró enseguida.

- ¿Que pasa?

Mi papá se sentó en la cama y dio golpes suaves en mi espalda.

- La perdí mamá... Perdí al amor de mi vida.

Volvió a abrazarme. No dejaba de llorar, intentaba y no podía. No quería verme débil ante mis papás, pero era políticamente imposible.

- ¿Por qué la perdiste? ¿Que pasó?

- José... Él quiere ser feliz con ella y... Y yo la dejé ir.

Mire hacia la puerta, Manuela y Jose estaban ahí parados.

- ¿Que le pasa?

José sonreía con Malicia. Mi papá lo miro mal y la sonrisa se le borró.

- ¿La dejaste por la felicidad de tu hermano y no la tuya?

Asentí.

- Yo... No puedo con esto. No puedo verle la cara.

Me levanté y salí corriendo. Empujando a José, haciéndolo caer. Corrí por la calle como si me estuviera persiguiendo un asesino serial. Iba sin rumbo alguno, quería irme lejos, olvidarme de todo.

Mi idea, en un principio, era tomar hasta perder la cabeza. Pero ella iba a seguir ahí, seria inútil.

Ahora solo quiero alejarme. Quiero olvidarla. Quiero dejarla ser feliz.

Narra Aria.

Horas y horas de llanto. No me importaba nada mas que llorar..

- Eramos pocos y parió la Abuela.

Murmuré. La lluvia empezó a mojarme íntegra. Seguí caminando por las frías y solitarias calles de la ciudad. Aunque, bajo la lluvia era todo mas fácil. Si me encontraba a alguien, no notaría que estoy llorando.

Estaba pasando por debajo de un árbol y me resbale. Cerre los ojos, esperando el impacto que jamas llegó. Abrí los ojos, encontrándolo.

- Brandon...

Me levanté rápido. Él sonrió y se acercó a mi. Me alejé.

- Aria... Hola. ¿Como estas?

Empecé a llorar más fuerte.

- Bien...

Pronuncie apenas.

- Aria, aunque hayamos estado años lejos y hayamos perdido contacto, se que algo te pasa.

Los ojos azules de Brandon me miraban buscando algo en mi.

- Sólo... Mal de amores, nada grave ni importante.

Mentira. Si era importante. Demasiado para mi.

- Amm... Ok. Oye ¿Que hacías sola a esta hora?

- Salí a despejarme bajo la lluvia. Y lo mismo pregunto.

Sonrió.

- Bueno... Sabes que me gusta la lluvia -Sonrió-Salí a comprar y ya que estaba me quede bajo el agua. Ahora viene un amigo a buscarme.

Le sonreí como pude.

- Bueno... Yo me voy... Nos vemos Brandon.

Me acerqué y lo salude normal.

- Te acompaño...

- No no. Quiero estar sola. Entiendeme.

Asintió.

- Bueno... Espero verte pronto.

- Lo mismo digo.

Le di una última mirada y seguí mi camino.

Me sentía extraña de solo verlo. Me hacia recordar el pasado y, en mi situación, no ayudaba para nada.

La Princesa de mis sueños. (Maluma).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora