[OMR] Oye, ¿me reemplazaste? ;; Supeapi/Apioni fic.

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Aquél momento lleno de pasión, enamoraba a ambos chicos, pues al fin lo habían conseguido.

Gemidos provenientes del joven de 17 años, inundaban la habitación. De parte del castaño, apodado Api, sólo se escuchaban pequeñas risas... Mientras daba algunas embestidas.

- ¡Api!... D-Dame más.. -suplicaba Super, mordiéndose ligeramente el labio. El castaño no dudó en tomarle atención a su suplica, y comenzó a darle lo qué tanto quería.

"¡Super, despierta!"

El joven despertó de golpe tras oír aquél grito, para luego escuchar las risas de su amigo, Menma, seguido de sus quejas.

Habían chocado las cabezas, claramente, le había venido el karma al contrario.

- Ay, idiota... -el chico empezó a sobarse la cabeza, aprovechando para verificar si tenía algún chinchón.

No habían palabras de parte de Super, este seguía en su mundo, a pesar del tremendo golpe qué se había dado.- ¿Necesitas algo? -preguntó por fin, aprovechando qué ya tenía palabras. Su contrario lo miró extrañado, para luego reír.

- Noni te está buscando. -pronunciar esas palabras no era tan bonito en opinión de Menma, pues sabía todo lo que había sucedido entre esos dos.

En el caso de su contrario, este se levantó apenas oír aquellas palabras, seguido de cerrar la puerta con todas sus fuerzas.

- ¡Noni! -gritó emocionado el joven, tras abrir la puerta y toparse con la figura del ya mencionado.

- Hello, my friend! -saludó en broma el mayor, abrazándolo, hasta toparse con la extraña y celosa mirada de Menma.

(...)

- Pensé qué vendrías más tarde. -el mayor tomó una mirada avergonzada tras escuchar las palabras de su supuesto amigo.- Peleaste con Api, ¿no?

- E-Eso no es de tu incumbencia... -respondió este con desagrado alguno, tomando la mano del menor.
- Vale... Entiendo. -respondió este sin corresponder a aquella acción, para luego sonreír.

(...)

- ¡Hola, chicos! -los saludó un alegre peliazul, interrumpiendo su camino.

- ME CAGO EN LA PUTA, NICK, QUÉ ME HAZ ASUSTAO', MACHO. -se quejaba el moreno mayor, cubriendo a Super con ayuda de su brazo.

- Hola, Nick. -saludó alegremente este, quitando el brazo de su amigo.

(...)

- Bueno, chicos, ya debo irme... -dijo Noni con tristeza alguna, pero aún así, con una sonrisa en su rostro.

- Adiós. -dijeron ambos chicos al unísono, dándole una palmada en la espalda cada uno.

Y así, Noni fue alejándose de ellos, hasta qué fue imposible verlo por tan larga distancia qué se llevaban.

El peliazul pudo notar la extraña tristeza de su compañero, luego él mismo sonrió, ya qué se le habría ocurrido una muy tierna idea.

- ¿Sabes qué dijo mi abuelo antes de morir? -preguntó el de cabellos azules, posando extrañamente.- ¡Sonríe!

Este se abalanzó contra el menor, hasta rodearlo con sus brazos, dándole un cálido abrazo.