Misión Involuntaria

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El espadachín y la arqueóloga se dirigieron a cubierta para ver de dónde provenía aquel ruido. Tan pronto salieron pudieron divisar un gran resplandor a lo lejos, era una batalla entre un barco pirata y una embarcación pequeña. La nave más grande había lanzado unos proyectiles con sus cañones y uno de ellos rozó al Thousand Sunny en un lado. El barco de los Mugiwara se desestabilizó en la orilla y se había roto la soga que los amarraba en el puerto, el ancla aún los sostenía, pero el movimiento era fuerte. Zoro corrió al timón y logró hacer que recuperaran el balance.

-Seguramente están saqueando al más pequeño. –dijo Robin.

-Es lo que parece. Es mejor que no nos entrometamos, pero tampoco debemos dejar que le disparen al Sunny.

De repente, otra bala de cañón fue disparada hacia ellos, Zoro saltó y la cortó rápidamente.

-¡Demonios, ¿no saben hacer sus fechorías sin involucrar a los demás?!

-Son piratas, Kenshin-san. No puedes esperar otra cosa.

-Cierto... ¿Qué es ese humo que se acerca?

Tan pronto se acercó lo suficiente, Zoro se puso en guardia, sacando dos de sus espadas.

-Es el Capitán Humitos – dijo el peliverde, y la mujer se puso en guardia también.

-Vice-almirante – corrigió el marine, que venía con una chica en sus brazos. – No vengo a pelear. Necesito de su ayuda.

-¿Tú? ¿Pidiendo nuestra ayuda?

-Así es. Sé que ustedes son piratas, pero también sé que Mugiwara es una buena persona. Por cierto, ¿Dónde está él?

-Ahora mismo no se encuentra, sólo estamos nosotros en el barco. – Respondió Robin a la pregunta.

-¿Qué es lo que quieres?

-No tengo mucho tiempo, sólo les diré que Tashigi estaba en una misión encubierta y fracasó. Logré rescatarla, pero destruyeron el barco pequeño en el que vine. Está muy mal herida, necesito que la cuiden hasta que regrese con nuestra nave.

-¿Y cómo sabremos que no vendrás dispuesto a atraparnos cuando vuelvas con tus refuerzos?

-Ustedes tienen a mi capitana, yo no la arriesgaría por nada del mundo. Además, les entregaré esto en garantía de que no romperé mi palabra.

Smoker les entregó un objeto bastante extraño, que parecía ser de oro y por lo tanto, muy costoso. Robin supo qué era en seguida.

-Esto... es el Farol Dorado... ¡Es el tesoro nacional de Mariejoa!

-Así es. La marina no se arriesgaría a perderlo bajo ninguna circunstancia. Cuando vuelva por Tashigi, dejaré mi barco lejos, no les diré que la dejé con ustedes, eso podría afectarme a mí y podría ser degradado. Bueno, la dejo en sus manos, no duraré más de 3 días. Si sucede cualquier cosa, los contactaré al Den Den Mushi que tiene Tashigi en su abrigo. Y gracias.

Smoker dejó a una Tashigi en estado crítico en los brazos de Zoro. Robin sintió una pizca de celos, pero era una persona inteligente, Tashigi estaba herida y en ese momento era en lo último que tenía que pensar. La llevaron al consultorio de Chopper y Robin le detuvo el sangrado del costado, donde tenía una daga clavada. Después de desinfectar, le puso vendas.

-Has aprendido mucho mirando a Chopper.

-Así es, pero aún tenemos que esperar a que él llegue. Ese puñal está oxidado, creo que puede ser grave.

Robin le quitó los lentes y Zoro alejó su katana de ella, en caso de que despertara. La dejaron en la cama, acostada, y esperaron a que Chopper llegara. Luego de media hora, la tripulación llegó, a excepción del capitán y la navegante.

-Chopper, tenemos a una marine herida en tu consultorio, tienes que verla. – dijo Robin.

-¡En seguida!

Los chicos siguieron a Chopper y vieron de quién se trataba, Zoro y Robin explicaron lo que había pasado y Chopper la examinaba con cuidado.

-Afortunadamente, a pesar de que la daga estaba oxidada, no contrajo ninguna bacteria grave. Parece que ya ha recibido las vacunas necesarias. Sin embargo, ha perdido mucha sangre, le he puesto un suero, pero no sé cuánto le tome despertar.

-El Vicealmirante Smoker dijo que regresaría dentro de tres días. Esperemos que despierte antes de eso. – dijo Zoro.

Todos se fueron a sus respectivos lugares, y Law se fue al submarino con sus tripulantes, consideró que lo más prudente era no levantar altercados con Zoro. Estaban anclados justo al lado de los Mugiwara.

Pasó una hora y Luffy y Nami no regresaban. Había comenzado a llover. El Den Den Mushi del barco sonó, Robin contestó. Ambos dijeron que se quedarían en un hotel hasta la siguiente mañana debido a la tormenta que acababa de empezar.

-¿Por qué no les dijiste? - preguntó el peliverde.

-No hay necesidad de preocuparlos, ya lo verán mañana. Además, –Se acercó al espadachín para susurrarle. – Casi no tienen oportunidad de pasar tiempo juntos aquí en el barco, démosles un poco de espacio.

-Yo quisiera pasar más tiempo contigo, pero...

-Shhh, no pienses en eso ahora, vamos a cenar. Sanji ha preparado la cena.

Los Mugiwara cenaron y fueron a sus respectivas camas a dormir. Zoro, quien estaba sufriendo de algo de insomnio, iba de camino al nido del cuervo a vigilar, aunque no era su turno. En una de las tantas vueltas que dio antes de llegar al lugar, pudo escuchar un ruido proveniente del consultorio de Chopper.

-S-smoker-san... Quieren matarme...

Zoro entró para confirmar si se había despertado, pero no fue así. Parecía que la chica tenía pesadillas. Acomodó un poco su brazo para que no bloqueara el suero y subió a dormir. Allí lo estaba esperando Robin.

-No hemos terminado esa conversación.

Shambles (Zorobin) (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora