EPÍLOGO

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En algún lugar en una isla lejana...

— ¡Aghhh! ¡Kenshin-san! ¡Dame más!

—Mmm... Robin... Ahhh...

El espadachín penetraba a la arqueóloga con violencia, mientras ella, debajo de él, lo abrazaba con sus piernas y tiraba de su pelo verde.

— ¡Más rápido!

—T-tranquila, mujer... Tenemos todo el tiempo del mundo. No me iré de aquí...

—Eso dijiste la última vez... Aghhh...

—Sí, pero esta vez es verdad. Extrañaba demasiado estar contigo, extrañaba demasiado hacerte mía... Nunca me volveré a ir por tanto tiempo.

—Yo también te extrañaba, Kenshin-san... ¡Ohh, Zorooo! ¡Voy a correrme!

—Entonces, hazlo...— Zoro aumentó la velocidad de las estocadas hasta hacerla derretirse, y unos minutos después, luego de acelerar el ritmo aún más, él también terminó, profundizando la penetración, mientras ella tiraba de su pelo aún más fuerte y arañaba su espalda.

Luego de disminuir las embestidas, los amantes se fundieron en un beso sensual, pero a la vez emotivo.

—Ahora te gusta mucho halar mi cabello. ¿Estás tratando de hacerme sentir lo que yo te hago a ti?

—No, ¿por qué lo dices? ¿Te duele?

—Claro que no. Me gusta.

—La verdad es que me encanta ese nuevo toque. El pelo largo te hace ver tan... sexy.

—Te amo, Ro. No te imaginas cuánta falta me hiciste durante este año.

—Yo también te amo, Zoro. Este ha sido el año más largo para mí. Jamás volvamos a hacer eso. Sé que la idea fue mía, pero la próxima vez, tenemos que encontrar un modo de no separarnos.

—Estoy de acuerdo. El año anterior fue genial, viajar por el mundo contigo de verdad es fascinante. Si tenemos que ir a destinos diferentes, vayamos primero a uno y luego al otro, pero no volvamos a dividirnos. Estar sin tu trasero es una tortura.

Robin estalló en carcajadas y lo besó de nuevo. Era refrescante tenerlo a su lado. El espadachín la hacía demasiado feliz.

Luego de que Luffy se convirtiera en el Rey de Los Piratas, cada uno de los miembros de la tripulación decidió buscar nuevos horizontes. Al principio, ambos decidieron viajar juntos por el mundo, siendo ya el mejor espadachín del mundo y la arqueóloga que descubrió el Rio Poneglyph; pero luego de un año navegando juntos, decidieron dividirse, él en busca de un templo de espadachines y ella en busca de las ruinas de una antigua civilización. Ahora que se habían reunido, luego de un tiempo largo sin verse, regresaron a la misma isla a la que todos sus nakamas habían ido, isla que decidieron se convertiría en su hogar.

Al verse por primera vez en tanto tiempo, lo primero que el espadachín hizo fue saludar a todos y llevársela cargada hasta la habitación, y duraron horas encerrados entregándose mutuamente.

Hablaron un rato y se quedaron dormidos unas horas, hasta que algo los interrumpió.

— ¡Zoooooooroooooooooo!

— ¡Maldición, Luffy! ¡¿Cuándo demonios vas a entender lo que es la privacid-

El espadachín estaba un poco desconcertado. Detuvo sus palabras al ver que en la habitación no había nadie aparte de ellos.

—Zoro... ¿Soñabas con Luffy?

—Así es. Es increíble cómo toda la energía que tenía ese idiota se apagó tan de pronto. Él siempre solía interrumpirnos en momentos como estos para cualquier payasada. Cuánto daría para que volviera a atravesar esa puerta... Aunque sea sólo para fastidiar.

Shambles (Zorobin) (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora