Shambles (Zorobin) (LuNa)

Despecho

Casi toda la tripulación se había ido a dormir, y Zoro se quedó entrenando hasta tarde con Tashigi. Quería enseñarle todo para dar por terminado el entrenamiento con ella, ya que no quería que Robin siguiera molesta. Robin, por otro lado, estaba acostada en su cama y pensó que era el momento correcto para ir a donde estaba el espadachín a disculparse por su actitud.

Al otro lado del Sunny, desde la ventana del submarino, Law miraba todo lo que sucedía. Estaba empeñado en conseguir el perdón de Robin a como diera lugar, y pensó en hacerle una treta al espadachín para que la arqueóloga no se reconciliara con él. Tashigi y Zoro habían salido a cubierta, y ella estaba muy cariñosa, por lo que Law vio su momento perfecto frente a él.

-Perfecto, es momento de jugar.

-Tashigi, tengo algo que decirte. Tu entrenamiento acaba hoy.

-Pero no me has enseñado casi nada, me voy pasado mañana, ¿cuál es el inconveniente en seguir? ¿Es por esa mujer?

-Has acertado. Seré sincero, ella y yo estamos intentando establecer una relación y no quiero que haya malentendidos. Ha sido difícil para mí porque pensé que podía interferir con mi meta de vida, pero ahora estoy decidido, la amo y quiero estar con ella, y espero por fin poder pedirle que estemos juntos.

-Pero, Zoro, ella no es el tipo de mujer para ti.

-Lo siento, pero el único que puede decidir eso soy yo.

-Nami, iré a hablar con Zoro, tal vez no vuelva a dormir.

-Ya lo sé, -le dijo con picardía- ¡Buena Suerte!

Robin salió corriendo hacia cubierta.

-Zoro, ¿por qué no abandonas esa idea de estar con ella? ¡Ella no es para ti! En cambio, yo sí te quiero y te seré útil, los dos tenemos el mismo sueño y aunque estemos en diferentes bandos... ¡Soy capaz de abandonar la marina por ti!

-Lo siento, mujer, yo no siento por ti, yo amo a R-

Todo sucedió en menos de 3 segundos. Tashigi besó a Zoro, y a éste no le dio tiempo de apartarla, Law cambió los cuerpos de la arqueóloga y el espadachín. Cuando el peliverde abrió sus ojos, estaba en el pasillo que daba a la cubierta. Robin se apartó rápidamente de Tashigi, asustada, y fue cuando pudo ver sus manos.

-"¿Estoy en el cuerpo de Zoro otra vez? Él... ¡¿se estaba besando con ella?!"

La arqueóloga rozó su ahora más robusto antebrazo con su boca para quitarse el mal sabor, y salió corriendo a su habitación, con una lágrima en su rostro. En el camino chocó con su cuerpo, en el que estaba el espadachín, furioso, buscando al único que podía ser el autor del suceso: Law.

-"¡Un momento, esa mujer me estaba besando!" Robin, yo... ¡Puedo explicarlo! ¡¿Dónde está ese maldito Law?!

-¿Ahora piensas culpar a Law?

-Te juro que yo no quería, acababa de rechazarla.

-¡La estabas besando, Zoro, maldita sea!

-¡Ese maldito de Law no me dio tiempo a apartarla de mí!

-¡Fue lo mejor que hizo! ¡Así pude darme cuenta de tus verdaderas intenciones!

-¡¿Ahora lo vas a defender?!

Los demás se levantaron por los gritos, y fueron a ver qué pasaba. Law y Tashigi se fueron sigilosamente.

-Esto salió mejor de lo que esperaba, pero mejor me voy.

-Tienes razón... No sé cómo lo hiciste, pero dejémoslos que peleen.

-Robin, Zoro, están haciendo que todos oigan sus gritos.