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—¡Chopper! ¡Chopper! ¡¿Dónde estás?!— La arqueóloga corría desesperada a la habitación de los chicos, buscando al doctor del barco. Cuando finalmente llegó, todos despertaron, exaltados, ante los gritos de la mujer.

—¡Robin! ¡¿Qué sucedió?! ¡¿Quién te hizo esa herida en el estómago?!— respondió el doctor, aterrado.

—Eso no importa ahora, no es nada grave, ¡tienes que atenderlo de inmediato!

—Cálmate un poco, Robin, no se te entiende nada— decía Nami, que acababa de llegar, tratando de tranquilizarla. Ella nunca había visto a la arqueóloga tan aterrorizada. —¿A quién debemos atender?

—¡Es Zoro! ¡Está muy malherido, esa chica con la capucha lo retó y el perdió el duelo, está perdiendo mucha sangre, tenemos que hacer algo!

Los chicos corrieron a cubierta, sin encontrar el cuerpo de Zoro.

—¡¿Dónde está, Robin?!

—He usado mis brazos fleur para llevarlo a la enfermería, no hay tiempo que perder... Tienes que salvarlo, Chopper... Debemos salvarlo-

—Tranquila, Robin— Nami la abrazó, dejándola sin palabras. —Confía en Chopper, sabes que él es el mejor doctor.

—Lo sé bien, es sólo que... Tengo miedo de perder a otro ser amado. No quiero perder a nadie... más... 

La arqueóloga quedó inconsciente, en brazos de la navegante. Nami notó que ella también había perdido demasiada sangre, sus piernas estaban literalmente bañadas de rojo.

—¡Franky, sosténla, ella también está muy grave!

Franky la cargó en brazos y llegaron a la enfermería, donde ya Zoro estaba recostado, y Chopper fue a limpiar las heridas.

—¿Qué diablos está pasando? Primero Sanji, y ahora esto. Alguien debe estar detrás de nosotros— decía Usopp, lleno de miedo. —¿Y si BigMom busca venganza por haber saboteado la boda de Sanji? O peor, ¿y si Kaido se enteró de nuestros planes y quiere impedirlos?

—Tranquilízate, Usopp, ¿quieres?— le dijo Nami, quién ayudaba a Chopper en todo lo que él le mandaba. 

—Robin estará bien, pero me temo que no puedo asegurar lo mismo con Zoro... Su herida es muy grave y ya fue herido en ese mismo lugar. Para ser preciso, ni siquiera tengo estimado cuándo despertará. Robin puede que en la mañana,cuando se le pase la anestesia, ya despierte. 

Todos estaban preocupados y trataban de entender qué era lo que estaba sucediendo. Esperaron, y a la mañana siguiente, tal y como dijo Chopper, Robin despertó, tomando a los demás por sorpresa cuando llegó al desayuno, algo sofocada. 

—Buenos días, chicos. Nami, ¿podrías llevarme mi desayuno a la enfermería, por favor? No quiero separarme de Zoro.

—De acuerdo, Robin. ¿Te sientes mejor? ¿Cómo están tus heridas?

—Estoy un poco mejor, pero no es nada grave. En cambio, Zoro... Él subestimó a esa chica. Fue capaz de herirnos a ambos, sólo hay que ver cómo lo dejó.

—Robin, sé que quieres estar con Zoro, pero quiero que te quedes a comer con nosotros. Necesitamos entender qué fue lo que sucedió — dijo Luffy, para sorpresa de los demas. 

—Luffy tiene razón— le secundó Nami. —Tienes que decirnos qué fue lo que sucedió.

—Es esa chica... ¿Recuerdas que te dije que lo único que encontré acerca de Egglestone fue una leyenda de una chica que hundía barcos por diversión?— Nami asintió. —Pues es la misma, no pensamos que fuera real. Hace unos días le leíamos a Chopper una historia sobre una espada legendaria que se perdió entre las aguas de una isla. Resulta que esa isla es Egglestone, y esa chica encontró la espada. Por como le habló a Zoro, caí en cuenta que se trataba de alguien de quien Zoro me contó hace un tiempo. Sin embargo, por más que lo intento, no puedo recordar su nombre.

Shambles (Zorobin) (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora