Batalla de Pelirrojas

1K 72 25
                                    

—Luffy-san, ¿yo también puedo unirme? Mis padres no me quieren, nunca están conmigo, he tenido que criarme sola y no aguanto más estar en esa casa. ¿Puedo ir con ustedes por lo menos hasta llegar a la isla Egglestone? Allí encontraré a mis hermanos que también se fueron y podré ser finalmente libre...

A Nami la rodeó un aura asesina. —"Si ese idiota le dice que sí, ¡lo mato!"— pensó.

— ¡Por supuesto! Te llevaremos ahí a salvo.

— ¡Arrgh!— exclamó Nami, frustrada, y se marchó a su habitación a regañadientes. Robin corrió tras de ella para intentar calmarla.

—Nami, sólo se quedará por un tiempo. ¿Estás tan insegura de ti misma que crees que cualquier chica puede robarte el amor de Luffy? Hemos estado a su lado por más de dos años, creo que ya lo conoces lo suficiente. Entiendo que te de molestia, es imposible no sentirla, pero no arremetas contra él.

La pelirroja recordó las palabras que ella le dijo a Luffy cuando estaba celoso de Zoro.

"No puedo creer que alguien que se haga llamar el futuro Rey de los Piratas sea tan inseguro".

—Tienes razón, tal vez sólo me estoy dejando llevar por los celos y ella no es tan mala.

—Exactamente. Sabemos que le gusta Luffy, pero la chica en verdad necesita ayuda. Dejemos que se quede y ya hallaremos la forma de que no esté pegada a Luffy todo el tiempo.

—De acuerdo. Gracias, por ser tan buena amiga, Robin.

—Tú eres mi mejor amiga, yo siempre estaré para ti al igual que tú lo estás para mí.

Al tercer día luego de llegar a la isla, el Log Pose finalmente se cargó y pudieron partir a la siguiente isla, llamada Oraliz. La arqueóloga se quedó con el espadachín en la torre de vigía para que de ese modo la nueva pelirroja del barco tuviera un lugar en la habitación de chicas. Sabemos claramente que Franky hubiese podido meter otra cama en la habitación, pero, ¿para qué molestarse? Era obvio que esto era una preferencia de la pareja más madura. Zoro estaba muy emocionado, tendría a la mujer que amaba a su lado cada noche, sentía que podía protegerla aún más. Realmente disfrutaba de su compañía. Lo curioso es que ella no se sentía para nada sobreprotegida, sino todo lo contrario, le encantaban las atenciones de Zoro y también amaba molestarlo haciéndolo sonrojar con sus acciones y halagos que tanto sacaban de sus cabales al peliverde.

En las tardes, Robin y Milo pasaban al menos dos horas juntos estudiando escritos antiguos y libros de historia que Robin hacía tiempo había leído. Intentaba prepararlo para la lectura de Poneglyphs, pues había muchas cosas que tenía que saber antes de poder hacerlo, pero aún no estaba segura de esto. Decidió no decirle nada a su aprendiz y consultarlo con quien mejor la entendía, su compañero peliverde que tanto amaba.

Esa misma tarde, los más infantiles del barco se dedicaron a los juegos continuos, como siempre solían hacer, sólo que esta vez tenían un nuevo miembro en su grupo, la pelirroja que Luffy había rescatado. El ya mencionado capitán, junto a Usopp y Chopper, le enseñaron a la nueva integrante un sin número de actividades que realizaban para divertirse. Más tarde también se les uniría Franky, que a pesar de ser el segundo tripulante de más edad, guardaba un espíritu infantil en su interior. Eso era algo de lo que todos estaban conscientes. Al terminar, todos bastante agotados, se quedaron hablando.

—Luffy-san, quisiera darme un baño. ¿Podrías mostrarme dónde está el baño de las chicas?

—Claro, sígueme.

— ¡Ya te lo muestro yo, mi hermosa Giromi-chaaan!

—No hace falta, gracias. Luffy-san ya me lo mostrará.

Shambles (Zorobin) (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora