Esperanza renacida

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Pasaron unos días y todo parecía seguir normal. Los Mugiwara aún no habían llegado a la siguiente isla, pero estaban cerca. Era una tarde soleada, pero fresca; particularmente pacífica. Todos estaban en cubierta: Franky les enseñaba un nuevo invento que había hecho con Usopp a Luffy, Brook y Giromi. Robin y Milo estudiaban un poco un libro que Robin consiguió varias islas antes acerca de idiomas antiguos, mientras que Zoro entrenaba y Chopper y Nami miraban todo de lejos. Finalmente, Sanji preparaba cocteles para sus damiselas.

Chopper pensaba en que hacía mucho que no pasaba un rato con Robin. Se acercó a ella y a Milo para integrarse a la actividad. 

—Verás, Milo, este es un idioma que aún no sé leer. Viene de la Isla del Cielo...

—Oigan, chicos, ¿puedo sentarme con ustedes?

—Por supuesto, Chopper, siempre eres bienvenido— dijo la pelinegra, con una sonrisa.

—Pero tú ya estuviste en la Isla del Cielo, ¿no?— decía el hombre de las gafas, algo confundido por la ignorancia de su mentora.

—Si, pero el lenguaje es bastante antiguo, no existen muchas referencias. Ni siquiera los Shandians siguen utilizándolo. Te mostraré algo. ¿Puedes por favor ir a buscar mi diario de arqueología? Está en mi cajón, en el escritorio de la biblioteca. 

—¡Por supuesto!

El hombre corrió en busca del mencionado diario, buscando satisfacer a la mujer que no salía de su mente. Chopper aprovechó el momento para captar la atención de su nakama.

—Oye, Robin, últimamente pasas mucho tiempo con Milo. Me haces mucha falta... Ya no me lees historias con la misma frecuencia. ¿No crees que están exagerando con las horas de estudio?

—A Milo no le molesta, él tiene mucha hambre de aprender. Me sorprende la manera en que capta todo y hasta descubre cosas por sí solo.

—Hay algo más que no me quieres decir, ¿verdad? ¿es que ya no te gusta pasar tiempo conmigo?

—Por supuesto que me gusta pasar tiempo contigo, pequeñín, ¿cómo puedes pensar eso?

—Es que ya hasta a Zoro lo tienes algo descuidado, él pasa la mayoría del tiempo solo. Él te quiere mucho, estoy seguro de que también te extraña.

—¿De verdad lo crees?

El reno asintió, con una mirada algo triste.

—En verdad lo siento mucho— dijo ella, sentando al doctor en su regazo. —Te diré la razón, pero no se lo puedes decir a nadie, ¿está bien?

—¡Por supuesto, yo guardaré el secreto!

—Es que... Milo me parece una buena persona, pero no paro de tener un mal presentimiento con respecto a que Luffy lo aceptara en el barco sin más. No me fío de él, hay algo que no parece tener sentido, pero no sé qué es. No quiero perderlo de vista. No te preocupes, no creo que a Zoro le moleste tanto, él ya me lo hubiera dicho, ¿no crees? Zoro no es de los que se callan sus molestias.

—¿Crees que sea peligroso?

—No tanto como los enemigos que hemos enfrentado, pero nunca se sabe. No está de más ser precavidos.

—Te entiendo, Robin, pero aún así, creo que deberías dedicarte tiempo para ti misma, te haría bien leer o estudiar un poco tú sola. Y por favor, ¡Léeme una historia antes de acostarme, ¿sí?! ¡A mí me encantan las historias de tus libros!

—Claro que sí, Chopper. Esta misma noche volveremos a leer cuentos como lo hacíamos antes, incluso le pediré a Zoro que nos acompañe.

—¡Bieeen!— celebró el renito alegremente.

Shambles (Zorobin) (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora