Shambles (Zorobin) (LuNa)

Baile

Robin y Zoro fueron a donde estaban Luffy y Nami para probar el coctel y los alimentos, conversaron un rato, y Robin fue invitada a bailar muchas veces, cosa que puso celoso al espadachín, pero ella rechazó a todos amablemente.

-Si no la invitas a bailar tú, seguirán invitándola los demás. – Le susurró Nami al espadachín.

Él parecía ignorarla, pero en realidad pensaba en que haría el ridículo ya que no tenía ni idea de cómo bailar. De repente, pusieron música romántica y sonó una canción que Nami identificó al instante.

-¡Amo esa canción! ¡Luffy, bailemos!

El capitán fue llevado casi arrastrado al centro del salón y Nami le enseñaba cómo bailar.

-Es simple, sólo es un paso después del otro. Deja que yo te guíe.

Al ver lo fácil que el capitán aprendía, Zoro se animó a invitar a Robin.

-Mu-mujer... ¿Q-quieres bailar? – dijo, bastante sonrojado, sin mirarla a los ojos. Robin murió de ternura.

-¿Cómo podría negarme con esa cara tan tierna que tienes?

Ambos se dirigieron al centro del salón y, estando allí, fueron abordados por uno de los mayordomos. Pensaron que habían descubierto su infiltración.

-¿Son ustedes los señores Rockbell y Colliett? – preguntó el hombre, refiriéndose a los 4.

-Así, es. ¿Hay algún problema? – Respondió Robin, quién reconoció las invitaciones al instante.

-No, sólo he venido a informarles que pueden subir al segundo piso al área VIP. Los ingenieros de nuestra mercancía tienen preferencia, siéntanse cómo en casa.

-Gracias. – Dijo Nami, y subieron al salón de arriba, donde Nami pidió que pusieran la canción que estaban bailando.

Robin y Zoro bailaban. El espadachín le pisó los pies una que otra vez, pero se acostumbró rápidamente a ser guiado por la morena, que se movía suavemente cual pluma que va cayendo. Sus cuerpos estaban pegados, con sus manos derechas unidas, y el espadachín tenía la otra en la cintura de la arqueóloga. La canción comenzaba a hacerlos sentir calientes y Zoro incrementó el calor cuando le susurró unas palabras a la mujer.

-Estás preciosa. Me encanta como te queda el vestido... Aunque estarías mejor sin él.

Las mejillas de Robin se enrojecieron, cosa que el no pudo notar a causa de que su rostro estaba escondido en el hombro de su pareja. Zoro bajó su mano al trasero de la mujer mientras besaba sus labios, y ella solo gimió por lo bajo en respuesta.

-Mmm...

Let's take our time tonight, girl
(Tomémonos nuestro tiempo, chica)
Above us all the stars are watching
(Encima de nosotros las estrellas están mirando)
There's no place I'd rather be in this world
(No hay otro lugar en el que preferiría estar en este mundo)
Your eyes are where I'm lost in
(En tus ojos es donde estoy perdido)
Underneath the chandelier
(Debajo de la lámpara)
We're dancing all alone
(Estamos bailando solos)
There's no reason to hide
(No hay razón para ocultar)
What we're feeling inside right now
(Lo que estamos sintiendo dentro ahora mismo)

-¿Crees que puedan manejarlo solos?

-Supongo que sí, ¿por qué?

El espadachín la tomó de la mano y caminó por todo el piso buscando un sitio en el que pudieran estar solos. Encontraron una habitación en la que había una gran cama, la señal decía que era la habitación de invitados. Entraron y aseguraron la puerta. Había una ventana de cristal lo bastante grande como para que hubiera suficiente luz con las lámparas apagadas, así que procedieron a apagarlas.