Noche de Gala

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-¿Smoker?- preguntó Franky al otro lado del Den Den Mushi.

-Así es, estoy casi llegando a la isla. ¿En qué lado está su barco?

-Estamos en el sur, escondidos a un kilómetro del puerto.

El Vice almirante llegó y los Mugiwara le iban a entregar el farol dorado. Tashigi maldecía mentalmente, se le había acabado el tiempo y no había logrado lo que quería.

-"El doctor dice que no está embarazada, pero aún tiene la posibilidad... No puedo hacer algo como eso, pero puedo tratar de reducirlo."

-Esas invitaciones, ¿son para la gala de Palmyra? - Smoker sacó a Tashigi de sus pensamientos.

-Así es. - Respondió Nami.

-Yo también tengo una, dijo Law, desde encima de su submarino.

Smoker meditó un poco y tuvo que tragarse el orgullo, esta era la oportunidad perfecta.

-Mugiwara, sé que ya los he molestado bastante, pero, ¿podrían hacerme otro favor?

-¿Ehh?- preguntó Luffy, despistado.

-Verán, la gala de Palmyra es un evento que se hace anualmente con la supuesta intención de recaudar fondos para una Fundación. Pero la realidad es que es una fachada de los dirigentes del Bajo Mundo, lo usan para hacer negocios con el tráfico de esclavos y armas. Ustedes, ¿podrían ir a esa fiesta y recolectar algo de información por mí? A mí me conocen y no funcionaría.

-¿Por qué habríamos de hacer eso? Ya hemos tenido bastante problemas. - Respondió Nami, un poco borde.

-Hablaré con mi contacto y me aseguraré de que el dinero de la competencia sea suyo.

-¡Pues claro que sí, deja ir a cambiarme! - contestó Nami emocionada ante la oferta, sin darle oportunidad a nadie a rechazar.

-Bien, las invitaciones siempre son para parejas. Tienen que ser dos parejas, simulando ser marido y mujer. Sólo tienen que fingir tener puestos importantes en la isla, en este lugar las autoridades cambian constantemente y ellos no saben quiénes son.

-Perfecto, iremos Luffy y yo, y Zoro y Robin.

-La arqueóloga dijo que está enferma, ¿puedo ir yo con Zoro?- aprovechó Tashigi la situación.

-¡Jamás fingiría ser tu esposo! - se quejó él enseguida.

-Yo puedo ir con ella. - Dijo Law.

-Bien, por mí está bien. - Dijo Smoker, complacido.

-Yo aún no me siento muy bien. - Dijo Robin. - Si quieres puedes ir sólo, Kemshin-san. Ellos necesitarán tu ayuda.

-¿Estás segura?

-Si, ve tranquilo, yo estaré bien.

La noche llegó pronto y varios Mugiwara se vestían de gala. Law se estaba tardando, así que Tashigi tuvo que ir con Zoro para poder llegar a tiempo. El espadachín estaba envuelto en rabia, cualquier intento de ella de seducirlo y el apostaba que la iba a cortar con Wado Ichimonji.

-Chicos, esperen un segundo, olvidé algo. - Dijo Nami.

Entrando a la habitación, encontró a la arqueóloga dormida, estaba cansada, así que se había ido a tener una siesta hacía una hora.

-Robin... -le despertó, susurrando.

-Tienes que cambiarte, ahora.

-Ya te dije que no iría, Nami.

-¿No te sientes un poco mejor?

-Sí, pero...

-Entonces cámbiate ya. Law se tardó y Tashigi ha tenido que ir con Zoro. ¿Vas a dejar que se salga con la suya?

-Confío en Zoro, Nami.

-De acuerdo, sólo espero que no te arrepientas más adelante.

Los chicos se fueron y la arqueóloga se quedó pensando. La verdad es que quería estar sola, pero no estaba tranquila, lo que Nami le había dicho la había inquietado. Se decidió y se metió al baño. Se cambió bastante elegantemente, y se puso un anillo en el dedo de casada. Nami se había encargado de que Zoro usara uno también.

En la fiesta, Nami y Luffy entraron, acompañados de Zoro y Tashigi. El guardia de seguridad miró a Tashigi con ojos lujuriosos, aprovechando ma indiferencia que demostraba el espadachín.

-Su esposa es hermosa. - dijo.

-Gracias... - Respondió ella, sonrojada.

-No es mi esposa, es sólo una amiga. - Dijo Zoro, cortándole el rollo en seguida.

Tashigi rechistó e inmediatamente entraron, se puso a bailar con un desconocido que la invitó, se vio obligada para no parecer descortés. Llevaba un vestido corto con un chal plateado, iba bonita, pero Zoro ni la miraba, sólo tenía ojos para alguien que creía dormida en el barco.

Luffy y Nami disfrutaban del cóctel, mientras el miraba todo, alucinante. Conversaban ocasionalmente y hasta ahora Luffy no había metido la pata, Nami estaba aliviada, rogaba a Dios que no pasara nada antes de que le entregaran su dinero.

Mientras tanto, Robin salía del barco. Pudo arreglarse rápido sin dejar de estar despampanante, su espadachín la aguardaba y ella no dejaría que una marine amnésica lo tuviera, ni por un instante.

Al llegar al sitio de la gala, buscaba la forma de escabullirse, cuando vio su boleto de entrada: Law acababa de llegar.

-¿Viene solo?

-Yo vengo con él. - Corrió hacia él.

-Es cierto.

Law se ilusionó un poco, pensó que sería usado para darle celos al espadachín, y a decir verdad se conformaba con eso. Pero sus deseos fueron echados a la basura cuando la pelinegra se separó el casi inmediatamente después de entrar. Suspiró y se rindió por esa noche, no quería causar problemas.

La arqueóloga buscaba al espadachín entre la multitud. Él la vio de espaldas y se preguntó si era ella.

-¡Nico, ¿eres tú?! - preguntó, esperando que ella captara la señal. Ella se volteó y el espadachín quedó deslumbrado, lucía espectacular. No podía creer que semejante belleza era suya. Ella le sonrió y él sentía que se iba a derretir. El guardia que lo había dejado pasar estaba a su lado y él la señaló con la mirada.

-Esa... Esa es mi esposa. - Dijo con orgullo.

-Wow, es preciosa. No tiene nada que envidiarle a su amiga.

-"Genial, lo que faltaba. ¿No podía simplemente quedarse dormida?" - protestó Tashigi.

Robin corrió a donde estaba el espadachín, que estaba embobado, y no era para menos, su novia estaba radiante. Tenía un vestido de tirantes, con un escote pronunciado sobre el que caía un collar de diamantes. El vestido tenía varios tonos de azul aguamarina, hasta los pies, con la espalda y parte de la piel del abdomen descubierta. Su cabello estaba recogido en un moño del que caían varios mechones finos, rizados. Su maquillaje era suave, pero notable. No usó zapatos por consideración a su espadachín, ella ya le llevaba unos centímetros.

 No usó zapatos por consideración a su espadachín, ella ya le llevaba unos centímetros

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-Sí viniste. - Dijo el espadachín, con un sonrojo que le hacía parecer gemelo de un tomate.

-Al final me mataron las ganas de estar contigo. - dijo ella, tomando sus manos.

-De acuerdo, disfrutemos esta noche, preciosa.

Shambles (Zorobin) (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora