Tiopentato de sodio

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El frío y aséptico aroma a laboratorio despertó a Tyler. Una venda cubría sus ojos mientras sus manos y pies estaban retenidos con correas en una especie de sillón.

-Ya era hora de que despertara señor Tyler- Dijo la educada voz de un hombre maduro.

-Tenga la decencia de mirarme a los ojos cuando me habla- Dijo Tyler con voz seria, ya no tenía miedo, sabía en donde estaba y lo que ellos querían.

-Perdón, donde están mis modales- Dijo aquella voz madura.

Unas manos frías sacaron la venda, la blanca luz de un laboratorio deslumbró los ojos de Tyler por un momento. La persona que estaba en frente de él era Rudolf Mosley, el mismísimo dueño de la compañía.

-Supongo que no me conoces, a menos que vieras la conferencia de prensa que di hace unas horas- Dijo Rudolf manteniendo aquel tono de superioridad y confianza.

-Sé bien quién eres y lo que quieres, no obtendrás ninguna palabra de mí- Dijo Tyler con aquella voz libre de cualquier emoción.

-Bien, parece que esta será una noche larga. No queremos hacerte daño, tampoco a tus amigos...- Dijo Rudolf en tono amenazante al decir "amigos".

-¿También los tiene prisioneros?- Pregunto Tyler intentando mantener la seriedad mientras su corazón se aceleraba.

-No, no están prisioneros... aún. Si cooperas con nosotros te dejaremos libre e incluso te haremos volver a tu mundo, si no cooperas nos veremos obligados a tomarlos prisioneros también.

-A ellos no pueden hacerles nada... tienen familia y gente que dará alerta apenas desaparezcan. Incluso si la policía está bajo sus órdenes, las familias lograrán convencer a todos los manifestantes que están en contra de ustedes y verdad se sabrá.

-Interesante suposición... tienes razón en parte, secuestrarte a ti fue más sencillo porque en este mundo no tienes familia, secuestrarlos a ellos traerá revuelo pero... talvez no sea necesario si cooperas- Dijo Rudolf con un tono soberbio.

-No lo haré- Sentenció Tyler seriamente.

-Bien... supongo que tendremos que hacerlo de la manera difícil- Dijo Rudolf mientras hacía una señal a uno de los guardias que vigilaba la entrada, le dijo algo en el oído y este se marchó.

-Supongo que diste la orden de secuestrarlos... deberás atenerte a la reacción de la gente- Dijo Tyler en tono de amenaza.

-No los secuestráremos, lo menos que queremos es revuelo ahora que nuestra meta está cerca. Tenemos otras maneras de hacer a la gente hablar- Dijo Rudolf con voz amenazadora.

-No diré nada aunque me torturen- Dijo Tyler intentando parecer fuerte aunque por dentro temía más por sus amigos que por su vida.

-¿Tortura? Nuestros métodos con más efectivos y limpios... aunque si no excedemos pueden ser igual de mortales- Dijo Rudolf terminado con una risa.

El mismo guardia que había salido de la habitación volvió a entrar arrastrando una mesa con una bandeja en la que había frascos de vidrio, vendas y jeringas.

-Mordaza- Dijo Rudolf e inmediatamente uno de los guardias tomó una especie de correa para tapar la boca de Tyler.

-Por ahora no quiero que hables... hablarás en su momento- Dijo Rudolf mientras acercaba la bandeja.

-¿Se te hace familiar el término "Tiopentato de sodio"? – Dijo Rudolf justo después de tomar uno de los frasquitos que estaban en la bandeja.

Tyler no dijo ninguna señal, se quedó quieto aunque en su interior el miedo comenzaba a expandirse.

-Supongo que no... Verás, el Tiopentato de sodio es conocido mejor como el "suero de la verdad". En los años 50s y 60s este suero servía como una especie de anestesia... pero con el tiempo los doctores se dieron cuenta que cuando los pacientes estaban a punto de dormirse eran más propensos a decir la verdad- Contó Rudolf mientras miraba el frasquito a contra luz.

-Pero el uso excesivo de esta sustancia trae la muerte... Espero tener que hacer el proceso una sola vez, no quiero que mueras- Dijo Rudolf mientras cargaba una jeringa con el líquido.

-Brazo- Ordenó Rudolf e inmediatamente uno de los guardias cortó la manga de Tyler a lo largo, dejando al descubierto su brazo.

-Veo que tu brazo está acostumbrado al metal, supongo que una aguja no será nada para ti- Dijo Rudolf al notar varias marcas en su blancuzca piel.

La aguja entró con facilidad y el líquido lentamente entró en el torrente sanguíneo de Tyler.

-Tomará unos minutos para que comiences a sentirte cansado. Justo antes de que te quedes dormido te preguntaré, si tenemos suerte lo dirás todo una sola vez y no tendremos que repetir el proceso- Dijo Rudolf mientras ponía una pequeña venda sobre el punto rojo que había dejado la jeringa.

Los siguientes minutos fueron una tortura para Tyler, intentaba mantener su mente lo más clara posible pero lentamente comenzó a divagar entre la inconciencia y la conciencia.

La mordaza fue retirada por uno de los guardias apenas Rudolf dio la orden.

-Bien, Tyler... ¿Cuál es el plan de los gemelos Paulson?- preguntó Rudolf con un tono de amabilidad fingida.

-Ellos... Se escaparon a mi mundo- Dijo Tyler con aire desorientado.

-Bien, muy bien ¿Por qué se escaparon?- Preguntó con el mismo tono amable.

-Ellos no querían guerra, ninguno de nosotros quiere- Dijo Tyler mientras una lágrima salía de sus ojos.

-¿Solo se escaparon como cobardes?- Prosiguió Rudolf.

-No, ellos quieren evitar la guerra- Dijo Tyler mientras poco a poco caía en la inconciencia.

-¿Cómo lo van a hacer?- Preguntó Rudolf de manera más fuerte al notar que Tyler ya casi estaba inconsciente.

-En estos momentos están convencido al gobierno para que se prepare a la guerra... no lastimen a mis amigos...- Dijo Tyler para finalmente caer en la inconciencia.

-¿Repetirá el proceso señor?- Preguntó uno de los guardias.

-No, pónganlo en una celda, en cuanto a sus amigos...- Dijo Rudolf pero fue interrumpido por un hombre de bata blanca.

-¡Señor Rudolf! Lamento interrumpirlo pero tenemos los códigos de la máquina Paulson- Dijo el hombre.

-¿Cuánto tomará hacer funcionar nuestro portal?- Preguntó Rudolf ansioso.

-Si logramos integrar con éxito los códigos que obtuvimos... En menos de un día- Dijo el hombre intentando dar un plazo de tiempo adecuado.

-¿Tendremos suficiente poder para mantener el portal por un periodo indefinido?- Preguntó Rudolf mientras continuaba la charla caminado en el pasillo.

-Podremos mantenerlo por mucho tiempo pero tendremos que ocupar toda la energía que podamos. Tendremos que cortar el suministro de electricidad de toda la ciudad de ahora- Dijo el hombre mientras se detenía en medio del pasillo.

-Hágalo, La ciudad se quedará a oscuras pero valdrá la pena- Ordenó Rudolf.

Al igual que un árbol de navidad, las luces de toda la ciudad titilaron por unos instantes... luego una mitad de la ciudad estaba a oscuras, la otra duró un minuto más encendida pero también se apagó en silencio.

El gran apagón atrapó a los jóvenes en la calle mientras Josh lloraba de rodillas. 

The Other Side ; JoshlerWhere stories live. Discover now