Quiéreme (Un Hechizo de amor)

Diecinueve

POV LAUREN

La comida fue muy aburrida, mis padres le hicieron un interrogatorio completo a Shawn y hasta me sorprendí que haya resistido tanto, obviamente se los hecho a la bolsa, pues quedaron fascinados.

– Lamento que mis papás hayan estado tan pesados, son algo sobre protectores.

– No te preocupes, con una hija como tú los entiendo, aunque no los imaginaba así. Te cuidan mucho y eso está bien, yo también quiero cuidarte – no mentire claro que me agradaba mucho, después de todo era mi novio.

Shawn no es un mal chico, es muy lindo, antes de salir con él, ya imaginaba que era de los pocos que valían la pena en el instituto, nunca entendí por qué Camila lo rechazaba, bueno creo que hasta yo me habria enamorado de él.

– ¿Me llamas más tarde?

– Si – se detuvo a darme un beso – te quiero – y se marchó.

Cuándo entre a la casa mi madre me esperaba, supuse que me daría sus opiniones sobre Shawn.

– Es un buen muchacho, muy educado, deportista, y es de buena familia.

– Mamá todos son de buena familia en esa escuela.

– No me refiero al dinero hija, me refiero a la educación que tienen.

– Si, si ya se lo mucho que te importa con quién salga.

– Solo intento que te rodees de personas que te convengan. Por cierto, porque Keana ya no viene tanto como antes.

– No se, tendrá cosas que hacer.
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VIERNES

Estuve esperando a Camila en los casilleros toda la mañana pero no apareció, me preocupe ya que la tarde anterior no contesto mis mensajes.

Y el día se me fue en pensar en ella, la búsque en el almuerzo, pero ni ella ni sus amigas estaban, marqué su celular y sonó apagado.

Ese día teníamos entrenamiento así que me apresure a llegar, ahí seguro la veria y si, la encontré sola, acomodando sus cosas.

– Hola Camila.

– Hola Lauren – noté su saludo muy frío.

– Hoy llegaste algo tarde.

– No, solo me dió pereza levantarme antes.

– ¿Cómo estás?

– De maravilla, ¿Y tú? ¿Cómo te fue en el doctor?

POV CAMILA

Estaba siendo cortante con Lauren y eso podía notarse a kilómetros de distancia, pero tenía la esperanza de que me dijeras la verdad y olvidarme de mi enojo.

– Bien, me dijieron que tengo estupenda salud – y me mintió de nuevo.

– Me alegro – sarcasmo puro.

– ¿Camila te pasa algo? – tomó mi mano y estuve a punto de sacar todo lo que sentía.

– Si, que no han llegado las chicas, detesto la impuntualidad – al menos logré contenerme.

– ¿Solo eso? – ella estaba pidiendolo, yo no quería ponerme como loca.

– ¡Camila! – Dinah llegó gritando, salvandome de una situación incómoda.

– Hola Dinah, ¿Y las demás?

– Aquí estamos – Llegó Keana seguida por las demás chicas del equipo.

– Que bien, pónganse a trabajar – y Lauren se acercó a mi porque yo estaba encargada de entrenarla, bueno esa tarea me la di yo sola, pero hoy no podía – Keana vienes por favor – a regañadientes y con su típica cara de molestia obedeció mi orden.