Chica rana

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—Llegue— grito Emma al entrar a la casa.

Su madre la recibió con un cálido abrazo al cual Emma respondió — ¿Cómo te fue? ¿Todo bien?

Asintió no muy convencida —, solo estoy cansada...

— ¡Oh! Claro, claro. Sube a descansar.

Entro a su habitación y dejo caer su mochila y se dio una larga ducha. La necesitaba tanto, los hechos pasados de ese día la agotaron al cien. Necesitaba, por así decirlo relajarse. Se tiro a la cama pensando en el chico de reputación 'chico malo'. Así de típico se pasa. Entonces por su mente pasaban las palabras llenas de énfasis de Willa, como este chico trataba a las chicas, como las usaba y hacía de ellas una pieza de su juego caprichoso e interesado.

Crees que soy tonta, Max Irons. Crees que soy como las típicas adolescentes novatas y necesitadas, no lo soy. Si quieres guerra, adelante. Tendrás guerra.

Decidió ir al parque a respirar aire fresco y caminando por la acera sin vergüenza escucho como una pareja discutía fuertemente.

— ¡¿Por qué lo hiciste?!— Grito la chica llorando.

—Perdonadme, por favor. No es mi culpa, no puedo evitarlo... ella...— no terminó su vaga excusa. La chica le dio una bofetada.

—Así que querías olvidarla conmigo, qué chistoso te parece, ¿no?— le dio otra bofetada, el chico gimió ante aquello dolorido—. ¿Creíste que me quedaría con los brazos cruzados? ¿Crees que permitiré que mi vida se convierta en un asco por tu culpa? Te equivocaste, tú no rompes conmigo. Yo termino esta relación, no tú. Patético. Eso es lo que eres—, después de esto se alejó caminando pero segundos después volvió y, dándole una patada a su ex novio en la entrepierna.

Fue extraño, aquel momento. El chico solo grito de dolor y no le hizo nada a ella. Él sabía que tenía la culpa y que, había roto su corazón.

Emma observaba atenta a cada movimiento de la ex pareja. Se fijó en la chica rubia, al igual que ella caminar por el pequeño sendero del parque que conduce a un pequeño espacio donde hay un banco de madera y frente a este un estanque, peces y ranas vivían allí y se escuchaba el croar y el aleteo en las calmas aguas.

Decidió seguirla desde una distancia aceptable de modo que aquella chica no se diera cuenta. Y Emma se extrañó al ver que la chica se sentaba en el suelo mojado y rocoso y como tomaba una rana y la acariciaba.

Fue aún más extraño para Emma no verla llorar, como hacían la mayoría de las adolescentes, llorar, comer, deprimirse, ver películas... en fin. Se acercó a la chica rara y la miro de perfil.

—Me estabas siguiendo— dice a Emma— ¿Por qué?

—Me pasó lo mismo que a ti— respondió— solo que no me senté cerca de un estanque a ver ranas y a tocarlas como una pervertida.

Ella la miro con curiosidad— ¿Qué hiciste entonces?

—Me perdí, solo camine y camine y luego no sabía a donde iba. Tuve que llamar al 911 y a rescate animal.

La otra chica —la chica rana— frunció el entrecejo— ¿rescate de animales?

Emma asintió— me subí a un árbol porque un perro quería morderme... larga historia. En resumen, fue el peor día de mi vida. Además del día que se me rompió el fémur— hizo una mueca— una cirugía muy difícil, días de recuperación exhaustivos y una mama muy llorona.

La chica rio levemente y miro a la rana que estaba en su mano, tranquila y pegajosa— lo peor de todo esto no es que me haya engañado— suspiro— lo peor es que mi vida se volvió aburrida por él, y un poco típica. No sé si entiendes. Pero ahora que aquel mequetrefe no está conmigo... me siento incluso... libre.

Emma la miro atenta, y se puso un poco celosa. Sobre por qué no se sintió de esa manera en aquel tiempo, porque reacciono de tal manera al punto de perder el sentido de orientación; su mente bloqueada y frustrada.

—Somos libres, chica rana. Eso es genial— Emma respondió y silbó. En respuesta se escuchó el sonido de pajarillos cantando una melodía suave.

—Supongo. Cero clichés para el siguiente round, ¿no crees?

Emma negó—, no quiero otro round, ni otro novio, ni nada. Solo quiero vivir.

— ¿Te llamas Vive?

—No, que te crees que soy, ¿Abby de Hush Hush? Ni soñarlo.

La chica rio una vez más—, soy Rose o Rosie.

Emma tendió su mano derecha—. Un gusto Rose o Rosie. Soy Emma, solo Emma.

—Bueno, Solo Emma. Me vendría bien ir a comer un helado de chocolate con vainilla y uvas, ¿vienes?

—Por que no. Vamos.

Catch my breath.- Max Irons (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora