Catch my breath.- Max Irons (Editando)

<<Recobrando el aliento >>

Emma en la imagen

Willa y Max se casaran. Este viernes.

Emma escuchaba la voz de Rose retumbar en su cabeza una y otra vez. Se sentía tan impotente y a la vez tan triste. Sentía su vida como una montaña rusa que lo único que hacia era subir. No tenia ánimos para nada, quería morirse, desaparecer y no sentir todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Perdió a Max, aunque...No podía perder algo que nunca tuvo.

Ya habían pasado dos días, era lunes, Emma se encontraba tirada en su cama, mirando un punto equis del techo. Escucho como tocaban a la puerta de su habitación. Era Lucy, ella lo sabia ya. Pero no tenia ánimos para ver a nadie, ni siquiera a ella.

- Emma, dejame pasar por favor.- Emma lo ignoró tapando su rostro con la almohada.- Hija, por favor...- Al notar que Lucy no se cansaría de insistir se puso en pie y se arrastró a la puerta abriéndola.

- Que quieres?.- dijo de manera tosca, sintiendo su garganta picar.

- Quiero que salgas de esta habitación, quiero que dejes de sufrir... Se que lo amas, pero el no es para ti. Ya no más.

- Es que mamá, no puedo evitar sufrir.- sollozó.- No puedo evitarlo, a todos los que amo, los alejo de una manera u otra. Les hago sufrir, me hago sufrir a mi también... Quisiera olvidarlo todo... Dejar todo...- Ella no quería decirlo, Emma sabia que Lucy sufriría con aquella decisión pero... Era por el bien de todos. Principalmente por ella. Para olvidarlo a él.- Me voy de Londres, mamá.

Ya era jueves por la noche, el día siguiente Emma ya no estaría en Londres, al día siguiente Max se casaría con Willa, y por supuesto, ella no iría a la boda. No es masoquista como para lastimarse así. Se tiró a la cama, reflexionando sobre todo. Ya no veria a sus amigos, ni a Lucy por un tiempo. Rose y Joshua al igual que su madre no estuvieron de acuerdo con su decision, Nick solo la abrazo fuertemente y le deseó lo mejor, al día siguiente no la vería ya que Nick tenia algo importante que hacer, no le explico con detalle a Emma que era eso que debía hacer, solo dijo que aquello que haría cambiaría su vida. Emma cerró los ojos dejándose llevar por el sueño.

Max miraba todo el perímetro del bar, personas aquí y allí emborrachando sus penas. Tomó un sorbo de ron y sintió la bebida agria en su paladar. Vio a Joshua entrar al bar y alzo la mano para captar su atención. Joshua lo miró y se acercó a su mesa sentándose frente a el.- De todo lo que harías, no creí que me llamaras a mí.- dijo Joshua mirándolo con sus grandes ojos azules.

- Dudo que Nick quisiera verme después de haber embarazado a Willa. Tiene que odiarme.- Miro a su bebida y sintió como el asco de tomar de apoderaba de él.

-Si, te odia. Rose quiere patear tu trasero.- Max y Joshua sonrieron ante aquello, sabiendo de lo que Rose era capaz.- Pero yo no lo hago, no te odio, y...Si necesitas a un amigo. Estoy aquí.- Max lo miro y con tan solo esa mirada Joshua pudo ver agradecimiento en aquellos ojos chocolates.- Además de que, debo decirte algo... Sobre Emma.- Max se permaneció en silencio, en espera de Joshua.- Emma se va de Londres, mañana.

Emma abrió los ojos, sintiéndolos un poco pesados. Se puso en pie de la cama y se estiro, sintiendo su cuerpo relajado por el descanso, sintiendo el día venir. Se dirigió al baño y luego de veinte minutos ya estaba vestida en un vestido blanco con un estampado de flores y una chaqueta de lana a juego con unos zapatos de ballet. Se acercó al espejo y se peino en una coleta alta y por ultimo, se miró a si misma. No físicamente. Se vio a ella. Vio a Emma, la chica la cual era ajena a todos los demás, la chica dura y cerrada al mundo... Ahora era una chica infeliz, triste, donde no queda ni un gramo de esperanza en su interior. Volvió a hace dos años y vio a la Emma feliz y se vio ahora. Era...irreconocible.