<<Adiós, Alex>>

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Nick en la imagen

Oscuridad. Emma sentía como la oscuridad la embargaba. Sentía sus ojos secos, las lágrimas ya no brotaban de sus ojos. No después de llorar por días.

Se sentía perdida...Como si no encontrara el camino de vuelta. Si tan solo Alex estuviera con ella. Si tan solo el dolor no se sintiera tanto.

Emma se acercó a la valija que se encontraba al lado de su cama. La abrió y buscó a tientas su bloc de dibujo. Se tiró a la cama nuevamente y abrió el cuaderno pasando las páginas llenas de vida, de dibujos que ella creó. Se detuvo en una página.

Alex estaba plasmado allí a lápiz, sus hermosos ojos grises. Su cabellera rubia. Esa mata de cabellos rubios que ella nunca olvidara.

Emma sintió como un vacío se transportaba a su corazón. Ahuecándolo todo.

Se escuchó la puerta abrirse y Lucy entrar a la habitación.- Emma, querida...Iré al funeral, Marsella quiso adelantarse,- Lucy la miró y su corazón se partió al ver a su hija de esa forma, desolada, dañada...- Entiendo si no quieres ir...

Emma la miró y dejó a un lado su cuaderno.- Si. Iré, bajo en unos minutos.- Susurro.

Lucy asintió y salió de la habitación dejándola sola. La chica se puso de pie y se arrastró al baño. Se miró al espejo: Medias lunas ahuecaban sus ojos, sus pómulos más angulosos, sus labios resecos y su nariz roja. Se veia espantosa, ella no lo dudaba, pero ni siquiera le importaba. Ella nunca se ha considerado muy bonita que digamos y a esas alturas no lo haria.

Veinte minutos después, Emma bajaba los escalones. Llevaba un vestido negro por las rodillas, unos zapatos de ballet a juego y peinada en una coleta alta.

Lucy extendió la mano y Emma la tomó. Se miraron por un momento y Lucy esbozó una sonrisa sellada. Emma trató de sonreir pero no podía. Se abalanzó a su madre, aferrándola con fuerza.- Shh...Está bien Emma. Estoy aquí, mi amor.- Susurró Lucy dandole aliento.

- Se fue mamá...Se fue y me dejó. Me dejó.- Sollozó Emma, sintiendo las lágrimas en su garganta.- Alex ya no está conmigo. Yo se que...No lo amé como el quiso y...No lo hice feliz. No lo hice feliz en su último aliento.

Lucy la miró y acarició su mejilla alejando las lágrimas que Emma habia soltado sin darse cuenta.- Linda...Si lo hiciste feliz. Estuviste con él hasta el final, estuvieron juntos hasta el final. Eso es lo que importa. Ya se que estás enamorada de Max, aquel chico que vino una vez por aqui. Se que no le correspondiste a Alex con respecto a sus sentimientos..Pero ya no importa bien? Lo único que a él le importó fue que le quisieras y lo hiciste y haces. Eso lo hizo feliz.

- Gracias. Gracias mamá.- Susurró Emma mirando a Lucy.

- Está bien. Vamos.

Dicho esto se subieron a un taxi para ir directo al cementerio.

Cuando llegaron allí, bajaron del auto y Emma miró al cielo, que se encontraba brillante y azul. Las nubes blancas y el sol golpeando a la ciudad con su luz. Un día demasiado hermoso para un funeral.

Entraron al cementerio. Que se encontraba lleno de personas. Personas que Emma no conocía.

Vio más allá y visualizó a Rose y Joshua, quienes se acercaron a ella.

-¿Cómo te sientes?.-Preguntó Joshua a Emma.

Ella le sonrió y lo abrazó.- Igual o peor que tú, amigo.- Dijo y sintió a Joshua sonreir.- Lo siento.- Joshua la miro y dijo.

- No lo hagas. Estuviste con él hasta el final. Eso es lo que importa. El fue feliz. Y...Donde quiera que este, el no le gustaria verte asi. No estes triste.

Catch my breath.- Max Irons (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora