Creer que fuimos...Amigos

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Miré de reojo  la caja, lágrimas brotaban aún más,las solté, solté las lágrimas que tanto necesitaban salir, pero no han salido todas, lo siento así. Me paré de la cama y fui directo al ventanal de la habitación y la abrí, el cielo se anunciaba lluvioso, las nubes, tan grises como un sendero empedrado en cemento, el frío aire golpeando mi rostro, el cielo rugía como un león, furioso, comenzaron a caer gotas, y así fue aumentando, hasta convertirse en una llovizna no muy fuerte, asomé  la cabeza y deje que las gotitas  de agua dejaran mi rostro aún con lágrimas, cerré los ojos, imaginando ser una de esas gotitas de agua que nacen de las nubes para caer del cielo, y luego desplomarse en la fría calle, roseando  las plantas, o dándole esa pequeña gotita a alguien sediento, quién a pedido por ella,para sentir esa gotita en su organismo, sediento. Sí fuera tan fácil, sí fuera tan fácil ser una gotita de agua de lluvia, que en tan sólo unos segundos deja de existir cuando llega al suelo.

Me aleje de la ventana, y fui directo a mi cama, me senté y miré nuevamente la caja y su interior, aleje las lágrimas y tomé el cuaderno que se encontraba en la caja junto con lo demás, lo abrí y olfatee, sintiendo el olor de las hojas blancas aún sin  utilizar, aún sin plasmar esos dibujos que desea plasmar dicho cuaderno, lo hojee, esas blancas paginas parecían un mundo imaginario sin imaginación, sin sueños, como una mente sin pensamientos, sin deseos, en blanco. Tomé el lápiz, me fui directamente al ventanal de nuevo tomé un mueble de esos que son fáciles de móvilizar y lo pose frente al ventanal; Junto con el cuaderno y el lápiz, tomé asiento  y sólo apunté el lápiz en la blanca página, dibujando.

Narra Max

- Bien Sr...

-Irons, Max Irons...Sr. Hubermann.-Dije  nervioso. Odio estar nervioso.

- Sí, así que... ¿Quiere ser novio de Willa?.- Apuntó el padre de Willa mirando a la chica que yacia  al lado mío, con una sonrisa de oreja a oreja.

Me aclaré la garganta y respondi.

- Sí Sr.-Me acomodé en el asiento y tomé un sorbo del líquido naranja del vaso... Esto es...¿Jugo?

- Pues yo no...- Sentenció el Sr.Hubermann pero su hija lo interrumpió.

-Papá por favor...No empieces.- Willa lo fulmino con la mirada.

- Sí Hans, Max es todo un amor.- La Sra. Hubermann, se puso de pie, acercándose a mi y tomando mis cachetes.

- Mamá!.-Grito en un Susurro Willa, sus mejillas tornaron a lilas, estaba sonrojada. Que linda.

- Ay Willa por favor, se ve tan tierno.- Dejó mis cachetes en paz y comenzó a recoger los tratos.

- Te ayudo  Mamá.- Willa se puso de pie, ayudando a su madre mientras se adentraban  a la cocina. O sí, que bien, déjenme  con el Sr.Soy-idiota-imbecil-y-me-rasco-el-trasero-con-el-dedo-mayor,digo, Hubermann.

Un silencio tremendo arrasó con la mesa, Hans me miraba interrogante y yo sólo me limite a jugar con mis manos para no ver a ese hombre gruñon.

- Sí le haces daño a mi hija. Te juro que...

- No Sr. No la voy a herir, lo prometo- Sólo  tendré sexo con ella- La haré la chica más feliz del mundo- pero en la cama-.Sonrei lo más falso posible para que creyera.

Que diga sí.Que diga sí.

- Está bien Irons..Le concedo  a Willa.

- En serio?!.- Grito de un salto, parandome  del asiento extaciado.

- Sí señor.- Dijo el hombre pasando su mano a la frente.

- ¿Que pasa?.-Willa se adentro al comedor entrando en la conversación, al verla me lance a sus flacos brazos y la abrace.- ¿Que pasa?

Catch my breath.- Max Irons (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora