«Sólo faltan días...»

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En la penumbra de la habitación, Emma se encontraba acurrucada en el pecho de Alex, su novio. La chica adora pasar las tardes encerrada en su habitación leyendo o escuchando música pero esto, estar con el chico de Cabellos de oro que la hace reír todo el día en la habitación de huéspedes de la casa del lago del padre de Max platicando gustosamente y recordando su niñez y la chica cantando de vez en cuando sus canciones favoritas para él, era relajante y divertido.- Asi que...¿Cuando me dijiste que ibas a por la pelota que se coló en el patio de la Sr.Berger fuiste en realidad a tu casa para asegurarte que Scott no se haya escapado?.- Lo miró con incredulidad.

- Si...Es que, sabes bien que ese perro me encantaba, y además fue mi regalo de mi cumpleaños numero once. Y por cierto fue dificil entrenarlo.- Alex sonrio y pasó su mano en el pelaje de la chica.-¿Sabes?

- Um..¿Que sé?.- Emma se alejó del cómodo pecho de Alex y le miró. Alex la miro con amor.

- Me gusta que estemos asi...Juntos. Recordando, riendo. Te amo, Emma.

La chica le miró y forzó una sonrisa. Sintió un dolor en el pecho tan grande que creyó que su corazón explotaria. Aquel dolor que la embarga cada vez que Alex le recuerda cuanto la ama. Si tan sólo ella también le amara. Ella quiere amarle pero, no puede. Cada vez que piensa en como amar a Alex, aquel ingles de ojos cuyo mar de chocolate tiene, la chica no puede evitarlo, Max se encuentra alli, con esos ojos de chocolate donde ella se pierde al mirarlos. Max siempre estara allí. En su mente. En su corazón.

- Si...Alex,¿Qué tal si vamos fuera al jardín?

- Claro. Vamos.- Sonrio y se levantó de la cama y la chica junto a el. Abandonaron la habitación y caminaron por el pasillo. En el inicio de los escalones divisaron a Rose charlando con Willa; Ésta última se notaba feliz. Extraño, pensó Emma mirándole, la noche  anterior, dia de su desaparición, cuando la vió en el salón principal la notó tensa, nerviosa, hasta preocupada y ahora la encontraba feliz, brillando como un rayo de luz del sol.

Willa miró a la pareja acercándose a ellas y le sonrio a Emma.- Hola.- Saludó mirando de Alex a Emma.

- Hola Will.- Dijo Emma con voz neutra. Sin una pizca de emoción en su voz. Rose la miró de soslayo, preguntándole con la mirada "¿Qué pasa?", Emma forzó una sonrisa pero aún asi Rose le miraba con algo de preocupación.

- Vamos al jardin,¿Vienen?.- Preguntó Alex alejando la tensión que sentía Emma. Las tres féminas asintieron y los cuatro se disponieron a bajar los escalones en silencio. Al ya estar en el salón principal encontraron a Lilly desempolvando los rincones del lugar. Emma le sonrio y Lilly le correspondió igual. Luego, salieron al jardín y se sentaron en las bancas que rodeaba una pequeña mesita adornada con un pequeo florero con un extraño diseño en el, un dibujo de una mujer empuñando una espada desenvainada....Quizás ¿Historia antigua? ¿De dioses? Emma no lo sabia.

- Asi que...Willa, ¿Perdieron el camino de regreso ayer cuando desaparecieron?.- Inquirió Rose mirándole. Emma sintió como Willa se tensaba y tornaba su rostro nervioso.

- Eso no es de tu incumbencia Rose.- Soltó con voz seca. Rose le miro herida y la fulminó con la mirada. Alex se encontraba mirando a Willa incrédulo ante su reacción.

- Will, ella sólo pregunto sobre...

- Si Alex, lo escuche, no soy sorda.- Hablo con sequedad  y un tono algo....¿Enojado? Emma la miró  y notó que su pelo no estaba tan rizado como siempre, su pelo rubio brillaba esplendoroso debido a los rayos de sol y su rostro cansado, con una leve sombra por debajo de sus ojos. Cansada, pensó Emma mirando a su amiga Willa y algo.... Sospechosa. Algo paso el dia anterior cuando Nick y ella desaparecieron. Algo que Willa, al parecer quiere mantener en el profundo vacío de los secretos.

Catch my breath.- Max Irons (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora