Me levanté pronto y fui a casa de Hani a darle la pastilla.
Estuvimos hablando horas y horas, sin embargo no le mencioné nada de Jimin, aun que ella sacó el tema.
- Por cierto Jung Hye - le miré - ¿Ha pasado algo con Jimin?
Comencé a toser.
- ¿Porqué lo dices?
- Tae me dijo que os vio muy raros.
- Bueno... tal vez.
- ¡Qué! - gritó emocionada - ¿Ha pasado algo de verdad? Wow, por fín.
Yo no entendí nada, ¿Por fín?
- No me mires con esa cara - dijo - A Jimin le gustas desde que te conoció y todos lo sabíamos, menos tú, estabas tan centrada en ese estúpido Min Yoongi que no te dabas cuenta.
- ¿Le gusto a Jimin? - Aún no asimilaba eso, él era tan atractivo, tan atlético y yo era tan.. normal.
- Sí, le gustas mucho - me guiñó el ojo - Dime, ¿Qué hicisteis?
Me sonrojé.
- ¡Ya Jung Hye! - ambas reímos.
Salí de casa de Hani y cuando apenas quedaban unos 5 min para llegar a mi casa Jimin me llamó.
- ¡Jung Hye! - dijo alegre.
- Hola Jimini.
- ¿Dónde estás? He ido a tu casa pensando que estarías para darte una sorpresa y la sorpresa me la he llevado yo al ver que no estabas - rió.
- Tonto - reí - he ido a casa de Hani un momento pero ya casi estoy llegando.
- Perfecto - me colgó.
- ¿Uh? ¿Jimin? - Me pareció extraño que me colgara.
Caminé lo poco que me quedaba de llegar a casa mirando el móvil, de repente Jimin me sorprendió en la puerta.
- Hey - me asusté y él rió.
- No es gracioso, ¿Y si me llega a dar un ataque al corazón? - bromeé.
- Habría sido una suerte - le golpeé el hombro.
- ¡Ya, Park Jimin! Te odio.
- ¿Seguro? - me agarró la cintura y me acercó a él.
- Jimin - susurré - ¿Estás loco? Mis tíos podrían vernos.
Él sonrió y me soltó.
- Tienes razón - agarró mi mejilla y eso hizo que me quejara - ¿Quieres que comamos juntos? Sé de un sitio que hacen buena comida.
- Está bien - dije cruzando los brazos - pero aún te odio, que lo sepas.
Caminamos hasta llegar a un barrio que yo ya conocía, ese lugar donde Yoongi evitó que me atropellaran.
- Aquí es - dijo sonriente - venga, entremos - agarró mi mano.
- ¡Buenas! - gritó.
Me sorprendí bastante, ¿Tanta confianza tenía Jimin con los dueños de aquel restaurante?
- ¡Jimin! - dijo una mujer, parecía ser la dueña - ¡Cuánto tiempo sin verte! Demasiados meses.
Su rostro me resultaba muy familiar pero no sabía porqué.