- Eso lo tendrá que decidir ella - se apresuró a decir Jimin - Y no tú.
Ambos me miraron.
- ¿Qué quieres hacer Jung Hye? - Dijo Hoseok detrás de mí.
- Claro que voy a vivir contigo Yoongi - él sonrió ampliamente - pero - me observaron todos atentos - Hoy ya es tarde y lo poco que tengo lo tengo en el apartamento de Jimin.
- ¿Entonces?
- Me mudaré, pero no hoy - le besé la mejilla - pronto, esta semana, ¿Vale?
Él sonrió como un bobo, Hoseok tenía una mirada tierna y Jimin dirigía la suya hacia el suelo.
- Jimin, entremos a seguir cocinando la carne - Hoseok me miró y guiñó un ojo, qué amable es siempre, me estaba dejando a solas con Yoongi.
- ¿Cómo estás? - preguntó él acariciando mi mejilla - Tenía tantas ganas de verte.
Se acercó lentamente a mí, estábamos a centímetros uno del otro.
- Yo estoy bien, ¿Y tú? - le miré a los ojos, esos hermosos y adorables ojos negros.
- Ahora estoy de maravilla - me abrazó - quisiera estar así siempre.
Me agarró fuerte, me extrañó ya que él no solía dar abrazos tan largos y tan profundos.
- Te quiero.. - susurró.
Se apartó y estuvimos cara a cara.
- Tengo miedo de que te quedes en el apartamento de Jimin hoy también- acarició mi pelo - No puedo fiarme de él, sé que aún siente algo por ti.
- Tranquilo - agarré sus manos - Yo te quiero a ti. - sonrió - Por cierto.
- Dime - sonrió.
- ¿Cómo está Tae?
- Está mejor aunque aún no lo asimila - suspiró - He intentado ayudarle en todo lo que he podido y ahora mismo Namjoon y Jin están ocupándose de él, así que tranquila, está en las mejores manos.
- Me alegra oír eso.
Nos quedamos en silencio.
- Y.. - el teléfono de Yoongi comenzó a sonar - Disculpa - lo cogió - Dime Jisoo.
Fue escuchar ese nombre y ponerme nerviosa, posé la mirada al suelo y solté la mano de Yoongi.
- ¿Ahora mismo? - frunció el ceño - Está bien, ahora voy - colgó - Debo irme Jung Hye - besó mi frente.
- Jisoo - comencé a decir pero entonces recordé las palabras de Suran y decidí que sería mejor mantenerlo en silencio, no quiero causarle más problemas a Yoongi.
- Sí, era Jisoo, ¿Porqué lo preguntas?
- ¿Te llevas muy bien con él? - Qué pregunta más estúpida.
- Claro, es uno de mis hombres de confianza.
- Oh, ya veo.
- ¿Ocurre algo?
- No, no, tranquilo - sonreí.
- Me asusta que te quieras enterar de algo de mi trabajo - se acercó - ¿Pretendes quitarme el puesto y convertirte en la chica más temida del país? - Bromeó.
- Sabes que sería más temible que tú, pero no quieres admitirlo - reí.
- Lo sé - rió - Debo marcharme - me besó - Mañana te llamaré, chao.