Lizzy despertó apenada esa mañana recordando una de las primeras charlas que había mantenido con el Sr. Wickham meses atrás, antes de conocer el tipo de persona que escondía su agraciada apariencia física. Sabía que ese sueño se debía a que por primera vez Lydia y él serían invitados en su casa y era algo que no terminaba de convencerla. Recordaba las suposiciones que se había figurado sobre su actual marido y como lo había juzgado, dejándose llevar por los comentarios de un desconocido que había resultado ser desagradable y que para colmo de males ahora era esposo de una de sus hermanas.
La irritaba el solo recuerdo, la vida se había encargado de demostrarle lo confundida que podía estar y se lo repetía a sí misma condenándose. No salía de su asombro y no lograba pensar en otra cosa, jamás había quedado satisfecha con el casamiento de Lydia, y el correr del tiempo y la distancia no les había permitido verse nunca por lo que eso había quedado en el tintero, ahora con la visita a Pemberley de toda la familia volvía este sentimiento con fuerza y horadaba los pensamientos de Lizzy. No soportaba pensar que por su culpa y por no confiar en sus hermanas, ahora eran familiares de ese sujeto insoportable. Lydia con aquella locura las habría arruinado si no hubiera mediado la intervención del Sr. Darcy y ella no soportaba la idea de haber hablado con el sujeto sobre su esposo de una manera tan incorrecta.
Era tanto lo que le perturbaba el recuerdo que había decidido hablarlo con William apenas regresara de sus reuniones en Londres. Esperaba que no se demorara en esta oportunidad, para poder hablar tranquila y sentirse a gusto junto a él antes de que llegaran las visitas. Sabía que sólo él podría calmarla.
Desde qué Lizzy y Darcy vivían juntos intentaban debatir sobre los más diversos asuntos y llegar siempre a buenos acuerdos, intentando vencer aquellas diferencias que se les presentaban, para crecer en sus puntos de vista sin desconocer el punto de vista de su compañero, ellos eran distintos en muchos aspectos, pero esas charlas ayudaban en el acercamiento de la pareja y le daban a Elizabeth la tranquilidad que necesitaba.
Por supuesto que los preparativos de las primeras fiestas que se celebrarían en su casa, siendo ella la anfitriona y la Sra. de la casa, la tenía nerviosa. Acudiría toda su familia incluidos sus tíos de Londres el Sr. y la Sra. Gardiner y los de Meryton el Sr y la Sra. Philips, era todo un revuelo y ella sentía una extraña mezcla de felicidad, ansiedad y nerviosismo, que terminaban atormentándola al final del día. Tambien estaba la novedad de su embarazo, su estado la hacía recordar los desafortunados actos de su madre y lo tortuosa que ella podía ser. Lizzy temía ser una madre de similares características apoyándose en la idea de que no conocía otro modelo y eso la aterraba. Por otro lado aparecían también sus desencuentros con el Sr. Darcy en su primera etapa de la relación y temía también que volvieran a llevarse mal ya que todo cambiaría con la llegada del nuevo integrante en la familia. Juicios desordenados y sin fundamentos racionales asoman en su pensamiento y se esfumaban dejándola perpleja.
Esta primera reunión en casa del Sr. y la Sra. Darcy como a Lizzy le gustaba que la llamen desde su matrimonio, sería también una buena oportunidad para que sus hermanas menores, Kitty, Mary y la hermana de Darcy, su querida Georgiana, conocieran a los caballeros solteros que serían invitados, un tanto interesados en sus intrigantes bellezas.
Jane vendría junto a su esposo Charles Bingley, las hermanas de él no estaban invitadas en esta oportunidad. Lydia y el Sr. Wickham para su particular desagrado, Charlotte y el Sr Collins , Lady Catherine de Bourgh y su hija Anne, el coronel Fitzwilliam primo favorito del Sr. Darcy, y el segundo preferido de Lady Catherine, algunos invitados de los Darcy que ella conocía poco, el Sr Samuel Traynor y William Colleman ambos amigos de estudios de Bingley y Darcy en la universidad de Cambridge.

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Humildad y Gratitud
Narrativa StoricaSecuela de Orgullo y prejuicio. Una versión sobre cómo continúa la vida de los pintorescos personajes creados por Jane Austen una vez que Jane y Elizabeth se casan. El centro de esta novela es el amor, ambientada en 1900 junto a los avances c...