Capítulo 7

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(SIN CORRECCIONES)

- - - El Dilema - - -

Malia se quedó estática, el chico que tanto habían buscado apareció ante sus ojos sin mostrar intenciones de querer huír. Casi completamente desnudo ante ella, dejándola con más dudas y una gran sorpresa. Su cara se le hacía familiar, pero ¿De dónde lo conocía?

Sin tratar de mostrar sorpresa, preguntó:

-¿Quién eres?

Él sonrió con arrogancia.

-¿Acaso ya no me recuerdas, Malia?

Ella guardó silencio dando a conocer su respuesta, el rostro del chico se tornó seria.

-Eramos inseparables a la edad de dos años. Claro, cuando mi madre tenía que cuidar de ti antes de que la tuya quisiera destruirte.

Ella negó con la cabeza mostrándose cortante.

-No tengo un recuerdo tuyo.

-Vamos a poner uno, ¿Te parece?

Un escalofrío recorrió su columna entera hasta llegar a la raíz de cada uno de sus cabellos cuando él elevó una de sus comisuras.

-Una mañana, tú no parabas de llorar y una mujer que siempre se apiadó de ti trataba de calmarte cargándote en brazos, dándote un cariño que a su propio hijo nunca pudo darle.

Malia no supo qué decir en ése momento. Simplemente pudo haber respondido con plabras cortantes y el gran sarcasmo que siempre tiene presente, pero su parte empática trató de entender al chico y sintió una gran carga de culpa sobre los hombros.

-No necesito un perdón, si ese olor que despides de culpa está en las intenciones de hacerlo. -Continuó. -Vine a buscar respuestas. Por si no lo sabías, tu madre acabó con la mía.

-La mujer que me parió está muerta, nunca la consideré como una madre. Y si piensas vengar a la tuya, puedo decirte que yo no estoy considerada como una presa a la cual despedazar.

-Yo no estoy aquí para vengar a nadie, sólo busco un lugar al cual pertenecer, en donde pueda llevar a cabo una vida normal junto a personas que sean iguales a mí.

Esto último se escuchó como si en lugares anteriores ya hubiese tenido problemas o posiblemente estuviera huyendo de ellos y Malia lo sospechaba.

-Si quisieras ser de ésa manera, no habrías atacado a todas esas personas. Probablemente tu número de víctimas es todavía más grande de lo que pensamos. Aparte, no es cuestión mía de ser la persona que te acepte, es Scott.

Él la miró con incredulidad y confundido agregó:

-Él es un hombre lobo. No entiendo cómo es que se llevan bien...

-Lamento decirte que tu desactualización no sabe que hoy en día eso sólo queda como un maldito estereotipo. Ellos han sabido aceptarme mejor que los de mi propia especie.

Él la miró sin saber qué decir realmente, tal vez por eso ella se veía muy bien sin ninguna preocupación ante la sociedad, tal vez aquellas reglas que sus padres les habían puesto antes, ya no importaban.

-Bueno, puede ser cierto. A lo mejor yo no supe seguir las normas que tu amigo tiene, pero, no puedo tolerar que rechaces el gran esfuerzo que he hecho de buscarte. Dejé todo, la escuela, mi familia, sólo para encontrarte a ti y buscar una respuesta. Por favor, si tú ya has pasado por esto debes saber cómo yo me siento.

Malia no supo dar una respuesta clara, tenía que pensarlo. Claro que aunque él no lo exigiera, era obvia la necesidad de tenerle una respuesta en ése momento. Prácticamente, el chico le pedía su ayuda, se sentía encerrado, solo y sin la capacidad de poder hacer una vida común sin que ella no le aconsejara primero acerca de supervivencia. Pero ahora se veía en un dilema, quería ayudar siendo que entendía perfectamente las situaciones del chico, simplemente pudo haberle dado la espalda en vez de escucharlo pero el resultado de su cara familiar le dieron esperanzas de una buena razón. Pero estaba Scott, él sí quería que el chico pagara las consecuencias, por algo no dejaban de buscarlo, claro está que definitivamente sí debía asumir el precio por pagar. Tal vez, sólo tal vez, Malia le pediría a Scott que tratara de comprender la situación como ella intentó hacerlo.

And now? - ScaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora