Dedicaré capítulos 🙈
- - -El matadero de los osos- - -
Paciencia. Valor elemental de perseverar como una gran persona con grandes metas... y también una de las cosas esenciales que por generaciones, ha sido de suma importancia para el ser licántropo. Una vez que sabes controlar el temperamento, adquieres experiencia y tal vez, sólo tal vez, tengas la capacidad de poder guiar y ayudar a alguien más aparte de ti mismo.Si James algo necesita, es paciencia y control en sí mismo. Y bueno, Malia ya llevaba algunas cosas aprendidas, ¿Por qué no también guiarle? Pero antes, ella debía ver cuál era el rango y los límites de él.
-Tu turno.
-¡Bah! ¡Se han acabado!
-No te preocupes -James colocó su mano derecha sobre el hombro izquierdo de ella. Se giró y abrió su mochila para sacar otras dos bolsas de gomitas de osos. -Sr. James está al rescate.
Malia abrió los ojos sorprendida.
-¡¿Pero cuántas hay?!
James sonrió fanfarrón.
-No te imaginas cuántas hay.
-¡Llevamos ocho bolsas!
-Y las que quedan...
Lo miró una vez más, se giró sobre su asiento y con un asentimiento de cabeza agregó:
-Bien, sigamos con el juego entonces.
Canasta, o como Malia había renombrado al juego: "Osos en el matadero", fue una pequeña dinámica improvisada que Scott inventó un día en que tuvieron que estar en el auto por horas tratando de atrapar a unas personas quienes habían robado gran cantidad de morfina del hospital. Al tiempo que esperaban, Malia amenazaba con destruir todo a su paso y su estómago gruñía con todo. Fue así que para poder controlarla, Scott compró de emergencia una bolsa de gomitas. Los osos de goma.
El juego consiste en lanzarlos y tratar de que caigan en un pequeño bote en el tablero del auto, justo frente a sus asientos. Una vez ya acumulados varios osos en el bote, el próximo que falle tendrá que cederle todas esas gomitas acumuladas al ganador.
Con dos meses de práctica, Malia es considerada una gran experta. 23 de 23 jugadas ganadas contra todo aquel miembro de la manada que haya decidido desafiarla. Y le gusta darlo a conocer.
-Su ego es igual de grande como su hambre.
Dijo Liam cuando perdió contra ella por décima vez.
Este día, Malia vio que James estaba algo distante, algo fuera de la actitud que ella conoce de él. Sólo se limitó a preguntarle si se encontraba bien, y aunque la respuesta de él haya sido un "todo bien", Malia supo que era todo lo contrario. No quiso meterse en sus asuntos, así que la idea de los ositos de goma se le vino a la mente como un foco encendido.
Fueron a la tienda de servicio más cercana y se encargaron de comprar las dos bolsas. Cuando subieron al auto, James dijo que iría al baño, pero en realidad había comprado una infinidad de las golosinas preferidas de Malia. Él también las conocía, a la edad de trece años, solían ser su adicción.
-Bien, ¿Cuánto indica el marcador?
James tomó la hoja arrugada en donde anotaban los puntos de cada uno y se encogió de hombros.
-No lo sé, hace como doce rondas que no marcamos los puntos.
-Bueno, ¿Pero cuánto indican esos?
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And now? - Scalia
FanfictionBeacon Hills recibe una nueva amenaza a la que la manada se tendrá que enfrentar, y sin saberlo, los caminos de Scott y Malia, que iban en diferentes direcciones, tienen un desvío que los hace cruzar. Una historia Scalia. Con cariño para todas las...