- - - Afrontar y no esperar - - -
El olor del tocino frito, y el sonido de la yema del huevo que cae en la sartén, ardiendo en el aceite; siempre le ha parecido un deleite desde pequeña a la chica coyote. La cocina no se le da nada bien, pero los desayunos son su tema a relucir en la rama culinaria. Ahí no había ni una sola vez que la porción de sal, azúcar o especias se sobrepasara. Sabe agregarlas a su punto exacto.Dio dos golpes con un huevo en su mano sobre la orilla de la sartén. Este crujió y después lo separó emitiendo un sonido llenador del cascarón. Revolvió el contenido en un pequeño bowl y lo incorporó de nuevo junto con el resto.
Comenzó a preparar la mesa; dos pequeños manteles artesanales, dos platos, un par de tenedores y otro de vasos de vídrio. Lo acomó todo de una forma muy uniforme y ordenada, sonrió felicitándose a sí misma.
Contempló al alfa una vez más; recostado sobre el sofá, sumido en un profundo sueño, tal vez el descanso que buscaba desde hace ya unas semanas. Pero el aroma de carne frita, combinada con el sazón del huevo y partículas del jugo cítrico de la naranja en el aire, entraron por sus fosas nasales, despertándolo.
Una canción de Imagine Dragons comenzó a sonar en su celular y lo colocó dentro de un vaso de vidrio para expandir el sonido, truco que Stiles le enseñó.
Tarareaba la canción y meneaba las caderas un poco de un lado a otro. Recordó cuando volvió a escuchar esa canción, después de años de no haber cruzado por sus oídos. Escuchando a James cantar con la boca llena de frituras los primeros versos cuando ella trataba de destapar una lata de atún, sentada en el asiento del copiloto con las piernas sobre el tablero, cuando identificó la parte del coro. Quedó estática recordando el sonido poco a poco. Abrió los ojos.
-¡Oh por Dios! ¡Son Imagine Dragons!
James asintió al tiempo que seguía cantando. No comprendía la repentina sorpresa de ella, pero le causó interés.
-¡Hace años que no escuchaba esa canción!
Y así fue cómo se juntó a cantar el coro con él. Ambos desafinados y sin pena alguna. Múltiples veces ella escuchó de él que hacer las cosas sin esperar al "momento adecuado", era la mejor opción.
-Eso huele delicioso.
Se sobresaltó al escuchar la voz de Scott al lado suyo. Se giró hacia él atenta, lo que provocó la risa de él, leve y ronca. Malia lo miró sonriendo al ver sus rasgos hinchados por apenas haber despertado.
-Buenos días a ti también, Scott.
Se acercó a la mesa y colocó las debidas porciones en cada plato.
-Toma asiento, debes estar hambriento.
Él acarició su barriga antes de hacerlo.
-Cuando percibí el aroma mi cuerpo reaccionó.
La verdad es que cuando despertó y no notó a Malia a su lado se alarmó hasta que la vio en la cocina.
Probó el tocino y cerró los ojos con placer; el sabor salado y la consistencia aceitosa del crujiente deleite.
Malia quedó satisfecha sólo con ver la reacción de Scott.
El alfa continuó saboreando la comida a un ritmo más rápido de lo que acostumbraba.-No había comido así de bien desde hace más de una semana. -Aclaró después de diez minutos tras acabarse la tercera y última ronda. -Tuve que conformarme con las máquinas de comida en el hospital.
Scott sonrió y esperó a que Malia hiciera lo mismo, pero no lo hizo. Ella desvió la mirada preocupada, sintiendo un hueco en su pecho. Él no lo dejó pasar por alto y se incorporó de nuevo sobre su asiento.
-¿Malia? ¿Todo bien?
Ella lo miró tratando de mostrar seguridad, pero temía que cualquier cosa la delatara.
Pensó en lo que James le había dicho, tomó valor de ello y erguió la postura.
Estiró su mano sobre la madera de la pequeña mesa y tomó la de él encargándose de no transmitirle inquietud. Hizo que él la mirase a los ojos, notó el iris de sus ojos más claros, de un color avellana oscuro.
-No te he contado todo Scott. Yo... no he dicho toda la verdad.
Tomó otro gran respiro.
-Yo me fui con una persona. Él y yo huímos por diferentes razones y...
Sus palabras quedaron en el aire cuando el teléfono de la casa comenzó a sonar. Scott decidió no tomarle mucha importancia pero su celular también comenzó a vibrar.
El tiempo de espera del teléfono terminó dejando paso al mensaje de voz con un Sheriff muy alarmado.
-¡Scott! ¡Hay un ataque masivo en el hospital! ¡Necesitamos de tu ayuda! ¡¿En dónde estás?!
Todo pensamiento alarmante le invadió la mente y no dudó ni un segundo en llegar allá lo más pronto posible.
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And now? - Scalia
FanfictionBeacon Hills recibe una nueva amenaza a la que la manada se tendrá que enfrentar, y sin saberlo, los caminos de Scott y Malia, que iban en diferentes direcciones, tienen un desvío que los hace cruzar. Una historia Scalia. Con cariño para todas las...