Capítulo 16

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Capítulo dedicado a dylsouls

Recuerden el "🎶"

- - - Reconsideración de lazos - - -


Desde la perspectiva de James, toda salía acorde al plan. No sólo pensaba en ser lo ideal para Malia, si no que también para él. Descansar y no estar escondido todo el tiempo temiendo a ser encontrado por la policía entre otras preocupaciones que atacaban sus pensamientos.

Desde que pusieron en marcha el auto y condujeron más allá de Beacon Hills, una sensación de alivio lo inundó por completo y sorprendentemente no había tenido ningún ataque de ira con lo mucho que solía frecuentarlos.

Pensando en todo ello, llegó con más leña en brazos y se encontró con Malia quien secaba su cuerpo con una toalla.

-¡Vaya! ¡A la sirena le han salido pies! -Dijo en referencia a que ella había estado en el agua por un buen tiempo. -¿Tienes frío? ¿Necesitas otra toalla?

Ella negó de inmediato.

-No, ya me cambiaré.

Él asintió colocando la leña a un lado de donde mentalmente había marcado la zona de una futura fogata.

-Bien, no tardes mucho para hacer el fuego. -Ella se giró frunciendo ambas cejas a lo que él sonrió. -Es una broma, sí sé hacerlo.

Malia rodó los ojos y se dirigó a la parte trasera del auto.

James por su parte se puso en marcha para hacer la fogata. No le iba a costar mucho cuando tenía cerillos a la mano, aunque de una u otra forma  también ya era experto en montar una por el proceso de frotar piedras.
La experiencia la ganó de aquellas veces en las que no se podía pagar una habitación en el motel más barato y con las colchas que había robado de las primeras noches, a duras penas podía acurrucarse frente al calor de cada fogata.

Recordar todo eso le producía cierta tristeza y también miedo. Ahora que tenía la compañía de Malia, no quería perderla, no cuando ella ahora era un gran respaldo y apoyo para él.

Inevitablemente miró más allá del parabrisas del auto y ahí pudo verla colocarse una blusa holgada. Fue un breve segundo en que la contempló, después desvió la mirada y se regañó a sí mismo.

Anteriormente se había prometido lo mismo de respetar el espacio personal de ella. Tampoco lo había tenido en mente, puesto a que nunca se había planteado en observarla, eso jamás; pero hace poco pasó que ella se encontraba cambiándose cuando él irrumpió en la escena. Aunque para Malia, aquello era algo indiferente -siempre y cuando él la respetara- para él había sido de lo más bochornoso e indebido por que a su parecer, no se permitiría crearse pensamientos de ella ya que no podía verla de otra forma más allá de una simple amistad que no se podía arruinar con esa clase de sentimientos.

El fuego quedó listo, justo a tiempo antes de que el Sol se ocultara por completo. Malia regresó para sentarse en el mismo tronco que él, justo a tiempo para despejar sus propios pensamientos.

-Bienvenida madame.

James le pasó una delgada y larga rama. Aunque él se esperaba una reacción más alegre ante su comentario, se mostró satisfecho con la ligera sonrisa que ella le dio.

-Gracias... -Murmuró.

James abrió la bolsa de los malvaviscos medianos y ambos esperaron a que estos mismos comenzaran a quermarse al contacto con el fuego.

And now? - ScaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora