Quédate por siempre waxo

¿Podemos seguir hablando?

Creí que la junta iba a ser carrete o algo así, pura chela, música y conversación. Pero Jin se había esmerado en hacer una comida, el típico arroz con carne mechada.

Esto era el principio nomás porque Yoongi tenía todo preparado para traer masas de gente a la casa para armar la fiesta así tal y como pasó una vez que nos juntamos en casa de Jin y quedó la cagá porque mi ex con su pandilla habían llegado a cagar la fiesta. Solo faltaba que llegara Jungkook, comernos el arrocito y Yoongi les daría la señal a sus amigos conocido para que vinieran.

Habían pasado unos 30 minutos más o menos desde que habíamos llegado. De Jungkook no se sabía nada, Jin ya estaba a punto de llamarlo por teléfono para putearlo gratis porque la comida se iba a enfriar por su culpa.

-Quizás qué esté haciendo con su amigo -reía Tae a carcajadas.

Pero yo no me reía porque eso significaba peligro.

-yo cacho que se perdieron -comentó Hoseok- parece ser lo más lógico.

-o se quedaron pegándose el sida en la casa del amigo de Jungkook -siguió el Tejón- ya saben, lupi lupi.

-¿Por qué no te callai, weón pesao? -alegó Yoongi- ten siquiera el mínimo de respeto por Jimin, desubicado de mierda.

-¿Desde cuándo tan sensible? Saben que soy bueno pal webeo.

-¿Y bueno pa la corneta? -le preguntó Nam.

-le encanta y sobre todo la mía -respondió la Maruquita.

Sí, también estaba la pololi del Tejiun. Al menos no había señales de una torta cerca, con lo del otro día me da miedo que esa niña tenga tortas cerca.

Yoongi me había invitado afuera frente al lago a fumarse un pucho mientras esperábamos a que llegara la desgracia.

-cambia la cara -me dijo Yoongi golpeando mi brazo- si sabis que este weón es pesado.

-no tengo otra po -bufé- ¿Y si mejor llamas  ya a los demás para desaparecer?

-¿Te vas a ir, maricon? -asentí- Jimin por la chucha, ¿Por qué?

-¿Qué voy a estar haciendo aquí? -suspiré triste- ¿Amargar a los demás con mi cara por ver a Jungkook con su amigo? No gracias.

-pero weón, no pienses así po... ya tengo todo planeado. Hobi se va a llevar al amigo del Kuko a otra parte para curarlo y dejarlo super mal. Mientras pasa eso tú vas a estar con Jungkook hablando a escondidas de estos weones. Se arreglan y todos felices.

-¡JUNGKOOK! -chilló Jin desde adentro.

Empezó el webeo.

Aunque intentaba no poner cara de culo el hecho de imaginarme a Jungkook con otro imbécil tomado de la mano realmente me molestaba mucho. Hubiera contratado a alguien que se hiciera pasar por mi andante ahora que lo pienso.

Cuando entramos a la casa no había señales del rubio cuico weona qué brutal no y tu mamá es una borracha culia. Solo de un lindo chico asiático que se veía más lindo que el sol.

-Hola –nos saludó a mí y a Yoongi de lejitos- perdón por la demora, nos habíamos perdido.

Nos.

-¿Y tu amigo? –preguntó la Maruquita.

Otra Tae más. Igual de buenos pa cagarme la onda.

-Estaba webiando con eso –rió- ¿Cómo voy a traer a ese culiao? Estoy como Manolo.

-¿Como Manolo? –preguntó Nam.

-Manolo camina solo.

-Weón estúpido y flaite –dijo Jin- ya, ya a la mesa. Mira que te llevamos esperando un montón. Hagan algo los weoncitos y por último pongan la mesa.