Quédate por siempre waxo

Mamá ya no está presa

{Jungkook}

Mientras esperaba a que Jimin llegase seguía reflexionando sobre qué cosas había hecho mal a lo largo de mi vida para estar tras las rejas. Los carabineros que me habían detenido estaban muertos de la risa planeando en hacerme decir algo para reírse como "ya, di culiao" por el solo hecho que creen que no hablo español porque cuando me comuniqué con Jimin lo hice en coreano. ¿Qué hice mal, Jesús? Oh cierto, defender mis ideales.

Hoseok estaba afuera en la sala de espera comunicándose con Jimin supongo. Debí hacerle caso "No intentes hablar con él, Jungkook. Pierdes tu tiempo" Pero no lo escuché y ahora me encuentro en una sucia celda. Al menos los niños no me vieron en esas condiciones o no volverían a aceptar a tener una clase conmigo.

-Ya, chinito, si decís "me gusta el pico" te reducimos la condena –me chantajeó uno de los pacos cagados de la risa.

Pacos: carabinero, buenos días buenas tardes.

Aunque fuera verdad esa acusación no perdería la poca dignidad que me quedaba con estos incompetentes.

Deberían haber metido preso también el otro sujeto por ser un estúpido falta de respeto. Pero no, no hicieron nada más que dejarlo libre mientras que a mí me tocó la peor parte.

Como a las 6 de la tarde llegó Jimin. Tuvo que pagar para dejarme libre y aparte limpio. El paco que me había dicho que dijera que me gustaba el pico no me iba a dejar salir porque no le había hecho caso. Si no hubiera sido por el papi Sheraton amenazándolo de demandarlo por injuria hacia mí.

No fue hasta que salimos de la comisaría que Jimin se me acercó para darme un abrazo y después una patada en el poto. El Sugar Daddy nos había invitado a los tres –incluyendo a Hoseok- a tomar oncecita a su casa, pero este negó ya que tenía algo que hacer –visitar a Suga- y nosotros, por lo menos yo estaba muy cansado para hablar. Sí, ahora sé que pasa entre ellos dos y soy el único, jejeje.

-Bueno, Jungkook ¿Ahora nos vas a contar por qué estabas preso? –me preguntó Jimin.

-¿Hoseok no te dijo? –negó con la cabeza- Mmh, mejor así.

-Ya, habla ¿Qué ocurrió?

Y tan solo volver a recordar hacía florecer la rabia que me había dado en ese momento.

Era mi primer día de "trabajo". Creí que ningún niño vendría porque por lo que he visto la mayoría me odia porque soy un chancho culiao que cuando va a los ensayos de Jimin se pone a comer cosas ricas mientras los demás bailan como una actividad física. Pero la verdad es que habían ido casi todos exceptuando a Onur que no fue, me pierde.

Hoseok me iba a dar apoyo moral, bueno eso y para que no me robara alguna cosa ¿Quién cree que soy? ¿Namjoon el hardcorito?

-¿Y el tío Jimin? –preguntó una niña.

-Hoy no es ensayo de baile, tarada –le respondió otra niña- dijeron que sería clases de canto y las va a hacer el tío Yunkú.

-Ay, yo no necesito clases de canto. Yo canto terrible bonito –dijo la misma niña que había preguntado por Jimin.

Bueno, terrible bonito si así se llama a los chanchos para que vengan a comer. La niñita cantaba peor que reggetonero sin auto tune.

Hobi me ayudaba con los nombres de los niños, mi memoria me falla un poquito y aunque los conociera de hace semanas no me los aprendía.

La clase iba toda linda, cachilupi, motivada. Podía sentir que por una vez en la vida estos niños me querían. Pero toda perspectiva cambió cuando desde abajo se escuchó un sonido que nos interrumpió tanto a mí como a los niños.