No hay retorno

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{Jimin}

En cuanto escuché decir a Hoseok que habían raptado a Yoongi y Jungkook sentí como me faltaba la respiración y una presión ejercía en mi pecho. Mi abuelita tuvo que darme una de sus pastillas para los nervios.

Todos aquí estaban ayudando a buscarlos, hasta el equipo de canal 13. Pero no había respuesta de nada, ni siquiera un acercamiento al lugar dónde podrían estar. Mamá y Shinhae me decían que tenía que estar tranquilo, que ya aparecerían y todo resultaría bien. Que nos casaríamos, que seríamos felices.

Igual era penca escuchar a la mamá de Jungkook llorar toda angustiada, yo estaba igual o quizás peor. Pero pucha, no me podía quedar llorando, tenía que hacer algo.

Namjoon y Hoseok creían que mi suegro estaba metido en el secuestro de Jungkook, para todos lo era la verdad. El volver así como si nada parecía ser bastante sospechoso luego de lo que hizo. Pero no, algo me decía que él no tenía nada que ver en esto.

-Yunneon, tranquila -decía mamá consolando a mi suegra- Jungkook va a aparecer, te lo aseguro.

-¿Pero y si no lo hace? ¿O si aparece pero sin vida? -lo decía con el dolor de su corazón que me llegaba hasta a mí.

Tenía razón po ¿Y si aparece pero sin vida? ¿Estará bien? ¿Estará vivo aún? ¿Por qué siempre las cosas malas deben pasarle a él y no a mí?

-No hay que pensar negativo, amor... -Dukakis le entregaba un vaso con agua cada 10 segundos- él es muy inteligente, podrá salir de dónde quiera que esté.

-Jungkook aún es un bebé... mi bebé -comenzó a llorar con más dolor.

También es mi bebé, mi wawa, mi chanchito, mi barril sin fondo. Puta la wea, Kookie.

Al rato llegó la Rosita, la nani que contrató Jin diciendo que la persona que cité ya había llegado. Me retiré disimuladamente de la habitación donde todos estaban preocupados por mi suegra.

En cuánto vi al Francisco Sultano en la entrada lo llevé a mi habitación. El tipo venía vestido listo para un casamiento el cual no fue invitado. No me iba arriesgar a que alguno de los chiquillos lo viera, le pegaran un cornete dejándolo inconsciente y haciéndole olvidar lo que me tenía que decir. No por nada me llamó diciendo que era urgente el vernos.

Algo me dijo que aunque se tratara de él tenía que escucharlo porque quizás tenía que ver con la raptada de Jungkook. Quizás mi pololo siempre tuvo razón de que él era malo, que eso no iba a cambiar, que con su estadía en la cárcel perfectamente pudo empeorar.

-No creo que estés aquí porque te urge darme las felicitaciones que se les da a los que se van a casar -comenté con un tono pesado.

-No, vengo por otra cosa... algo más delicado.

-¿Vienes a decirme dónde tienes a mi pololo? ¿Está vivo al menos o ahora te encargaste de matarlo correctamente?

-Jimin, nunca estuvo en mis planes hacerle daño a Jungkook, yo trabajaba para... -lo interrumpí.

-Para mi padre, lo sé. Pero si nunca estuvo en tus planes no debiste hacerlo como ahora... ¿¡Por qué lo raptaste!? -golpeé su pecho con mucha rabia- ¡Dime dónde tienes a Jungkook!

Si bien dije que no me alteraría, que no me comportaría de una manera agresiva era realmente imposible sabiendo que más de seguro el Francisco Sultano tenía a mi bebé secuestrado.

-¿Por qué crees que yo lo tengo secuestrado? -me preguntó.

-Porque sé de lo que eres capaz con tal de arruinar mi relación con él... porque perfectamente pudiste haber salido peor de la cárcel buscando venganza... -mis lágrimas comenzaron a salir con rabia- porque te gusta hacerme la vida imposible.

Quédate por siempre waxoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora