Contra viento, marea y Franciscos

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{Omnisciente}

-¡Jungkook! -la voz de Jimin se hizo presente en la habitación donde el nombrado se encontraba inconsciente tirado en el suelo. Carlos estaba desamarrando las cuerdas que sostenían el cuerpo de Jungkook en la silla con su navaja- ¿¡Quién mierda eres y qué le hiciste a mi pololo!?

-Oh Jimin -dijo Carlos poniéndose de pie luego de que el cuerpo de Jungkook cayó directo al suelo sin amortiguación alguna- no pensé que vendrías a visitarnos... -volteó hacia no solo encontrándose con Jimin, sino que también con su ex pareja.

El dolor en la cara de Carlos era similar al de Jimin quién había quedado perplejo al ver a su novio allí tirado en el suelo inconsciente, probablemente muerto.

Intentó acercarse pero no pudo mucho ya que al segundo de que movió el pie tenía a Carlos amenazándolo con la navaja. Si no fuera por Francisco que se puso delante de Jimin, posiblemente ahora llevaría una cortada en la cara o cuello.

-¿Qué haces aquí? ¿Viniste a mostrarme lo feliz que eres? –preguntó el chico aún con la navaja en posición de ataque.

-¿Qué le hiciste a Jungkook? –Dijo Francisco intentando parecer calmado- Por favor, no me digas que lo mataste.

-¿Y qué si lo hice? –Sonrió victorioso- ¿Asustado? Por favor, Francisco... tú también querías que estuviera muerto en su momento y ahora te importa... ¿Jimin te dijo que si estaba vivo estaría contigo o algo?

-¿Qué? Por supuesto que no...

Francisco iba a intentar arrancarle el arma a Carlos. En un abrir y cerrar de ojos, su ex lo tenía tomado de la camisa y con la navaja rozando su cuello. Aunque no fue una relación larga la que tuvieron, para Carlos realmente fue importante. El Francisco Sultano se había convertido en un apoyo incondicional para salir de la decadencia psicológica en la que se encontraba estando en la cárcel.

Tenía la navaja tan apretada al cuello de Francisco que hasta él podía sentir como un pequeño de hilo de sangre corría por el filo del arma y por su cuello.

Jimin aprovechó tal movimiento para correr en auxilio de Jungkook. Respiraba con dificultad, pero lo hacía. Lo tomó en sus brazos con sus ojos llenos de lágrimas y le dejaba pequeños besos alrededor de toda la cara con tal de hacerlo despertar, que viera que no estaba peligro, que viera que Jimin había venido a rescatarlo.

Nunca pensó que lo vería de nuevo, al menos no con vida.

Sin embargo estaba semidesnudo, se percató que la tela de su ropa interior había sido manipulada con el fin de despojarla del propietario. Jimin pensó lo peor.

-¿Qué mierda le hiciste a Jungkook, monstruo? –Alegó Jimin mirando con rabia a Carlos que no hacía más que morder su labio conteniendo las ganas de acabar con la vida de Francisco.

-Que no le hice... -rió malicioso- cuando despierte te contará todo... pero si quieres puedes ver un adelanto por mi celular, creo que grabé las mejores partes de mis dedos recorriendo su lindo y frágil cuerpo.

-Carlos... por favor, baja el arma –suplicaba Francisco- tenemos que hablar.

-Yo no tengo nada que hablar contigo, basura –le dio una última sonrisa.

Antes de que terminara con la vida de Francisco, fue atacado por la rabia de Jimin quién sabía exactamente lo que intentó hacer con Jungkook si es que no lo había hecho. Él no iba a permitir que alguien profanara el cuerpo de su novio, que le hicieran daño, que de nuevo se lo arrebataran por un malentendido.

Dejó a Jungkook apoyado en el suelo simulando como si estuviera durmiendo. De un solo golpe en la espalda había sido capaz de dejarlo un tanto débil y hacerlo tirar la navaja hacia un lado.

Quédate por siempre waxoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora