Manos sucias. j.b

Capítulo 11

  [ Mensaje : Pásate por Insane; ]   

Justin se agitó el cabello mientras caminaba balbuceando maldiciones. Se acomodó el pantalón para ocultar su erección y abrió la puerta de golpe. Tragó saliva.

―Superintendente McDowell ―lo saludó.

―Bieber.

El hombre entró sin previo aviso e inspeccionó el interior de la propiedad.

―Muy...hogareño.

Justin notó el sarcasmo el aquel tono de voz. Llevaba ya demasiado tiempo sin un "hogar".

― ¿Qué lo trae por aquí, señor? ―le preguntó.

McDowell caminó en silencio hacia la sala. Justin cerró la puerta con un suave portazo y lo siguió. Ambos hombres tomaron asiento, frente a frente, con las manos cruzadas. Su jefe suspiró, al tiempo que a la tensión era notable en su rostro.

―He venido por el caso ―se arregló el nudo de la corbata, nervioso―. Verás, Justin. Las cosas están así: hay un cabrón traidor en el equipo. El imbécil, sea quien sea, está ofreciendo información a quien se le venga en gana. Ofrece información, provee la clave a nuestra base de datos y cambia información archivada.

Justin palideció. Eso sí era grave.

― ¿Saben quién es?

Su jefe negó lentamente con la cabeza.

―Joder ―se pasó la mano por el cabello―. Esto es...

―...una mierda, lo sé. Tenemos que encontrar a la imitación de policía de CSI.

Justin soltó una risilla, pero la emoción no le llegó a los ojos. Estaba preocupado.

―Hemos decido advertirle a nuestros mejores agentes de campo, para que estén prevenidos ―Justin asintió una vez―. No puedes confiar en ninguna información que te ofrezcan hasta que esta pase por mis manos, ¿entendido?

―Sí, señor.

―Eres uno de los mejores agentes que tenemos: el mejor que he visto en mucho tiempo, de hecho. Entenderás por qué voy a pedirte que trabajes solo, sin ningún enlace de nuestro departamento.

Justin frunció el ceño.

― ¿Ningún tipo de enlace, señor? ¿Y si necesitara de alguna información o...?

―...Tendrás que encontrar la manera de obtenerla por tu cuenta.

Incómodo, Justin asintió.

―Bueno ―su jefe se puso en pie. Él lo imitó―, debo irme. Recuerda lo que te dije: no intentes contactarte con ningún enlace del departamento hasta que encontremos al intento de poli.

―Entendido.

―Sé dónde está a salida, agente. Hasta la próxima.

Justin se quedó de pie mientras observaba a su jefe marcharse. Al escuchar la puerta cerrarse, subió las escaleras con pies de plomo. Joder, ¿Qué iba a hacer? Todo se estaba complicado y ahora debía trabajar solo, completamente. Sin enlaces, y sin ninguna información temiendo que no fuera cierta, todos los agentes de campo pasarían una temporada verdaderamente difícil. Sobre todo él, que cargaba con un caso que pesaba más que un huevo de oro.

Frustrado, abrió la puerta del despacho. Allí, mirándolo con tanta dulzura y pasión como jamás había creído verla mirarle, estaba su preciosa ________. Le sonrió, toda una dulzura, y caminó hacia él para abrazarlo. Aquellos pequeños y frágiles brazos le proveyeron la fortaleza y una paz que había perdido tras la visita de su jefe. Sonriendo como un crío enamorado, envolvió a _______ para absorber el tímido calor que desprendía su cuerpo. La tensión del cuerpo desapareció automáticamente.

―Culpable ―susurró ella―. Escuché la conversación de la sala ―lo apretó con un poco más de fuerza―. ¿Cómo estás?

Justin suspiró ¿Cómo era posible que simplemente escuchar su voz lo relajara de aquel modo?

―Más o menos ―inhaló su cabello―. Ahora estoy de maravilla.

―Justin...

―Sh... ―rosó su cuello con la punta de la nariz―. Hueles tan bien ―le acarició el brazo―. Tienes una piel tan suave.

________ jadeó.

―Justin...

Justin dejó reguero de besos por el cuello, el hombro y subió hasta la mandíbula. La besó suave y mordisqueó sus labios.

―Sabes tan jodidamente bien, mujer.

________ gimió y buscó su boca para besarlo ¿Acaso todo lo que le decía podría significar que la quería? ¿Qué la amaba? ¿O todo lo que le decía lo hacía porque quería acostarse con ella?

―Justin...

¿Qué pasaría si se acostaba con ella y dejaba de interesarle?

«Te amo...»

― ¿Mmm? ―ronroneó en su boca, incapaz de separarse.

«Te amo...»

―Necesito...decirte algo...

«Te amo...»

―Ajá... ―la animó antes de besarla de nuevo.

«Te amo...»

―Justin, te amo.

Él se separó de ella al instante, azorado. La miró ausente, ajeno. Sus ojos fijos en ella; su mente, lejos.

_________ vio cómo se giraba, evitándola. Y en ese instante lo supo. Él no la quería. Todo lo que él quería era acostarse con ella, nada amas. Lo había jodido todo. Justin no volvería a verla de la misma manera, hablarle de la misma manera. Y le dolía. Lo amaba, lo amaba desde aquel día hace ya tantos años cuando lo vio entrar tímido a la escuela. Aquel día cuando se le acercó para preguntarle si podía indicarle donde estaba su salón. Era sólo tres años menor que él, pero lo había amado. Verlo luego de tanto tiempo le despertó el amor. Lo había jodido todo.

―Lo siento.

_________ lo observó una última vez. Giró sobre sus talones y se encaminó hacia la habitación para buscar su móvil. Con el corazón en un puño, las lágrimas a punto de estallar y un dolor agudo en el corazón, marcó a prisa un número.

―Sitio de taxis Getaway, buenos días ―contestó una mujer con voz chillona.

―Necesito un taxi con urgencia.

― ¿Dirección?

________ chilló de dolor y le tomó un minuto entero poder tragarse las lágrimas.

―Es en la calle C...

________ calló al sentir como le arrebataban el teléfono. Sintió toda su virilidad pegada a ella, impregnándole su aroma tan seductor.

―Ella ya no lo necesita.

Y colgó. Dejó caer el móvil al suelo un segundo antes de que la tomara por la cintura, la girara hacia él y la apretaba contra su cuerpo mientras la besaba. ________ soltó un gemido mientras el efecto llegaba hasta su entrepierna. Justin la sostuvo del trasero y la colocó sobre la cama. Hambriento, le acarició la pierna mientras la besaba.

― ¿Me amas, ________?

_________ tragó saliva.

―Lo sie...

― ¿Me amas?

Ella cerró los ojos, luchando contra las lágrimas.

―Sí.

―Bien ―rozó su nariz contra la suya―: porque me estoy enamorando de ti.