Capítulo 16

1K 45 0
                                    


  [ Mensaje : Pásate por Insane; ]   


—Lo lamento, pero es requisito una recomendación.

________ suspiró desesperada y se puso en pie. Intentó sonreír cuando alargó la mano hacia el hombre canoso. 

—Entiendo. Le agradezco el tiempo que me brindó.

El hombre canoso aceptó el apretón y sonrió apenado.

—Espero que me entienda, señorita. Yo sólo me encargo de contratar al personal según los requisitos que mi jefe solicita. Si no tiene la recomendación y la contrato, cuando él me la pida, quien va a perder el trabajo seré yo.

—No se preocupe, lo entiendo perfectamente.

Dio media vuelta y salió de la oficina. Las mujeres que esperaban por la entrevista voltearon a verla.

—Te dije que no la iban a escoger —dijo una rubia.

—Tiene una cara de zorra que no puede con ella —murmuró una pelirroja—. Como asistente no iba a servir.

________ apretó los dientes y se marchó. Estar desempleada apesta, sobre todo cuando había perdido un empleo seis veces en un año. Una parte de ella sabía que Ryan, su antiguo jefe, tenía algo que ver. No sexo, no trabajo. Era su forma sutil de vengarse de ella.

Caminó por la calle, preocupada. Hace dos meses se había quedado sin empleo como asistente de un amargado vendedor de enseres electrónicos. Sin embargo, él no tardó en despedirla cuando, por accidente, tropezó y el café caliente cayó en sus pantalones.

«Oh, un café seguramente me caerá genial», pensó.

A menos de diez minutos encontró la cafetería "Beautiful Collide's Coffee". Adentro hacía calor, lo cual era perfecto. Afuera hacía mucho frío. Una chica morena, de cabello negro y enormes ojos azules se le acercó sonriente.

— ¿N-Nirvana? —tartamudeó _________.

La chica frunció el ceño.

—Perdone, ¿me conoce?

— ¡Claro que te conozco! —rio—. Soy _________ Hydes. ¿No te acuerdas de mí?

Nirvana abrió los ojos como platos.

— ¡________! —gritó emocionada. Se lanzó sobre ella para abrazarla—. Oh, por Dios —soltó el abrazo—. ¡Estas cambiadísima! Te juro que no te reconocí.

_________ se sonrojó. Nirvana había sido siempre su mejor amiga, pero sus padres decidieron irse a Estados Unidos cuando las dos tenían doce años. Cuando Nirvana, al cumplir los dieciocho, decidió vivir en Inglaterra, jamás volvieron a comunicarse. Oh, como la había extrañado.

—Pero, ¿qué te hiciste? —le preguntó Nirvana.

________ soltó una carcajada.

—No me hice nada, Nir.

— ¡Algo te hiciste! Mira esos pechos, ________. Tienes pecho para regalar.

—Cállate —se sonrojó—. No cambias, Nir.

—Es que, ________, ¿dónde está la niña plana que no tenía pechos ni trasero? Y esas piernas, uau. Si yo fuera lesbiana, fantasearía contigo.

Dos hombres en la mesa cercana voltearon a verla. Deseó no haberse puesto un vestido. 

—Nirvana —murmuró apenada—. ¿Vas a atenderme o no?

—No, nada de eso —se quitó el delantal—. Channel, voy a tomarme un reseso.

Manos sucias. j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora