[ Mensaje : Pásate por Insane; ]
El constante "PIP-PIP" de las máquinas era desesperante. A la enfermera no le molestaba, desde luego. Estaba acostumbrada al sonido. Llevaba un año atendiendo al mismo paciente, cobrando un sueldo que jamás imaginó. Era un paciente en coma, pero era el paciente más atractivo que jamás ha atendido.
—Justin —suspiró mientras le acariciaba el cabello—. Tengo miedo que te despiertes y me dejes.
Nada. Justin Bieber no se movía. Llevaba un año en esa cama. Katliana Parker había empezado a atenderlo cuando estaba muy grave. Había recibido varios impactos de bala y su vida pendía de un hilo. Ahora, un año después, Justin estaba mucho mejor. Pero no había despertado del coma.
—Es increíble todo lo que siento por ti, y tú no puedes hablarme —suspiró—. ¿Tendrás novia? ¿Estarás casado? Ojalá que no.
Sólo escuchó el PIP-PIP de las máquinas, nada más. Acarició su cabello, sus mejillas y sus labios.
—Te quiero.
La puerta se abrió de golpe. Katliana se enderezó. Su jefe la miraba severo.
— ¿Despertó? —le preguntó.
—N-no, señor. Sigue en estado de coma.
Su jefe sonrió.
—Eso es excelente, Parker. Si lleva a haber cambios...
—Yo le aviso, señor. O al superintendente McDowell.
Su jefe la miró fulminó con la mirada.
—No hables nada con él. Todo ¡Todo! Será conmigo.
—S-sí, señor.
Su jefe se marchó, dejándole un sabor amargo a irritación en la boca. Nate Hydes siempre le ha parecido extraño, incluso peligroso.
— ¿Por qué será que él no desea que despiertes? —le acomodó la almohada—. Parece odiarte ¿Será que le hiciste algo?
Le acarició la mejilla.
—No es que quiera ser chismosa, pero una vez lo escuché decir que trataste de matar a su hija. ¿Será eso cierto? Es difícil pensar en ti como un asesino.
Las máquinas comenzaron a sonar desesperadamente. El "holt" quedó en blanco, haciendo un despiadado "PIIIIIII"
—Oh, Dios mío —corrió hacia la puerta, la abrió y gritó—: ¡Doctor, el paciente está teniendo un infarto!
Un hombre de bata blanca entró a la habitación, revisando con urgencia a Justin.
—Preparen todo para intervenir de emergencia.
— ¿Puede morir, doctor? —preguntó Katliana, al borde de las lágrimas.
—Tiene el pulso acelerado. Parece haber recibido una fuerte impresión.
— ¿P-pero puede ser eso posible? Está en coma, doctor.
—Eso es lo que vamos a averiguar.
Los enfermeros se llevaron a Justin en una camilla, desapareciendo por las puertas de "Solo personal autorizado".
ESTÁS LEYENDO
Manos sucias. j.b
FanfictionEsta historia no me pertenece, todos los derechos a su escritora.