Capítulo 38

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Con los ojos bañados en lágrimas, la chica se obligó a sí misma a subirse a un viejo Mustang negro. Las manos le temblaban, pero poco a poco consiguió dominar su nerviosismo extremo. Vio a Katliana entrar por el lado del conductor, sonriéndole mientras continuaba apuntándole con el arma directamente a la cabeza.

—La verdad nunca me agradaste —dice—. Eras tan ñoña. ¿De verdad crees que amar a un hombre que no te recuerda es algo romántico?

El corazón de la chica comienza a latir con rapidez.

— ¿Qué dices? —pregunta sin voz.

Katliana suelta una carcajada.

—La verdad no creí que fueras tan tonta, pero bueno —silbó una melodía—. Tenía esperanzas de quedarme con ustedes un poco más, pero creo que tus amigos no querían compartir el espacio.

«Nirvana y Mark»

—Ellos sabían que no eres enfermera —dijo la chica.

—No sé que saben, pero sé que quedarme allí era una idiotez —presiona el arma contra la cabeza de la chica—. Todo por culpa de tu boquita, cielo.

—Eso te ganas por ser una perra —gruñe.

Katliana inhala profundamente, cabreadísima.

—No puedes evitarlo, ¿verdad? El no saber callarte —le sonríe—. Descuida. Iremos a un lugar donde la pasaremos de bomba, y aprovecharé para enseñarte un par de cosas.

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Nirvana bosteza mientras abre la puerta de la habitación. El pasillo era terriblemente oscuro, y le daba miedo la oscuridad. Sin embargo, moría por un poco de agua. Da la media vuelta hacia la cama y sacude el brazo de Mark.

—Guapo —susurra—. Despierta.

Mark protesta bajito.

—Venga, nene —se ríe—. Despiértate unos minutitos.

Él suelta un gruñido.

— ¿Qué pasa?

—Tengo mucha sed.

—Nirvana —gruñe—. Solo ve a la cocina.

—Es que me da miedo la oscuridad —vuelve a sacudirle el brazo cuando ve que va quedándose dormido nuevamente—. Por favor.

Mark acaba por ceder, abriendo los ojos y sonriéndole enternecido.

— ¿De verdad le temes a la oscuridad?

—Es un miedo común —vuelve a sacudirle el brazo—. Acompáñame.

—Bien —se quita las sábanas de encima—. Me debes un orgasmo por eso.

—Dalo por hecho.

Nirvana da saltitos pequeños, llevándoselo del brazo casi a tirones. Mark desliza la mano hacia la suya, y unidas se las lleva al corazón. Nirvana se animó a respirar tranquila. La oscuridad en ese momento no parecía tan mala. A medida que se acercaban a la cocina, comenzaba a hacer más frío. Mark frunce el ceño y alcanza el interruptor.

La puerta de entrada y la habitación de __________ estaban abiertas. 

—Ve a la habitación de tu amiga.

Nirvana corre hacia la habitación. Mark corre hacia la de Justin, abriendo la puerta con tanto ruido que termina por despertarlo.

— ¿Qué pasa? —pregunta medio dormido.

Ignorándolo, camina de vuelta a Nirvana. Cuando pasa por la habitación de ________, lanza una mirada de extrañeza. La maleta que le había preparado Nirvana seguía en la esquina. Su chica estaba pálida, lo que le provoca un nudo en el estómago.

—________ no está —murmura ella con la voz seca.

Mark se lleva ambas manos a la cabeza.

—Joder —susurra.

Manos sucias. j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora